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La monoforma y el poder opresor del audiovisual

Apuntes a propósito de una reedición de La crisis de los medios de Peter Watkins (Editorial Pepitas de calabaza, 2017), un libro que desde su primera versión reaparece como el mensaje en una botella, que vuelve sin poder ser hundida por la incesante marea del océano audiovisual que nos rodea.

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Si abre el mensaje, el eventual destinatario encontrará una denuncia descarnada del rol negativo de los medios audiovisuales sobre la sociedad, sin ningún elemento fuera de crítica. El grito de alarma abarca desde el rol de los Estados y empresas capitalistas que dominan los MMA (Medios Masivos Audiovisuales), hasta el de los realizadores y técnicos, pasando por los festivales, las instituciones educativas, y el uso que hacen de él los “movimientos radicales”.

Para quien no conoce a quien lanza las alertas, Watkins es un cineasta al que las grandes productoras de Cine y TV intentaron hacer naufragar ya en los años 60, cuando advirtieron que era difícil de asimilar. Pero frente al intento de ahogar su experiencia, como otras, bajo las olas del mainstream, se convirtió en un realizador errante que produce como puede obras revulsivas. Y escribe, según él, porque no obtiene los recursos para filmar más que de vez en cuando.

Media crisis es un libro-denuncia, y también a su manera un libro-programa, ya que guarda los conceptos de su método de producción-realización audiovisual. La que se plasmó en películas ‘de culto’ como La Commune (2000) y se remonta a sus inicios con The War Game(1965, ganadora del Oscar), Punishment Park (1970), Evening Land (1977), entre otras.

Vale aclarar que todos los debates que abre son imposibles de abordar. Aun así, señalo un aspecto más: el mensaje está dirigido a todos, pero su destinatario particular somos aquellos que trabajamos, producimos, realizamos, militamos, hablamos con imágenes en movimiento. Quienes se consideran profesionales del sector, pero no cuestionan su rol pueden desechar el texto por “panfletario”, y no faltará quien lo tilde de “paranoide” (tal cual él cuenta). Pero todo realizador audiovisual de izquierda (si eso es una categoría) que haga una primera lectura o relectura del libro, debería dejarse interpelar. Poner en dudas todos los conceptos hegemónicos del lenguaje de imágenes es un paso necesario para avanzar en construir un lenguaje propio que, en la construcción de un mensaje revolucionario, sea crítico con su contenido pero también con su forma, siempre y cuando se esté preparado para entrar en conflicto y soportar que se dispare (hasta en el más progresista de los ámbitos) la señal de peligro.

La Monoforma y el Reloj Universal

Watkins estructura su denuncia sobre estos dos conceptos combinados. Avisa:

… para quienes me lean por primera vez: la monoforma es el dispositivo narrativo interno (montaje, estructura narrativa, etc.) que utilizan la televisión y el cine comercial para presentar sus mensajes. Se trata de un bombardeo de imágenes y sonidos, altamente comprimido y editado a un ritmo acelerado, que compone la estructura, en apariencia fluida pero sumamente fragmentada, que tan bien conocemos todos… incluye pistas repletas de música, voz y efectos sonoros, cortes bruscos destinados a producir un efecto sorpresa, melodías melodramáticas que saturan cada escena, diálogos rítmicos y movimientos de cámara permanentes.

A su vez el El Reloj Universal (basado en el documental de Geoff Bowie y Petra Valier que lleva ese nombre), en su acepción más directa hace referencia “a la práctica consistente en hacer que todos los formatos televisivos tengan duraciones estandarizadas, para poder cumplir con una cantidad fija de publicidad contratada”, pero es un concepto amplio que da cuenta del uso del tiempo en todo el procedimiento de producción/realización, incluyendo el proceso o anti-proceso que se realiza con el público.

Ambos dispositivos se unen en la utilización estandarizada de la estructura narrativa hollywoodense clásica: monolineal, presentación, nudo y (supuesto) desenlace [1], con sus momentos destinados al “suspenso” y a “captar la atención”, para dar forma a la casi totalidad de las historias contadas en cine y TV, incluyendo los informes de los noticieros.

Lo singular es que todo este conjunto de operaciones que buscan uniformizar el discurso audiovisual se presentan como la forma natural de este lenguaje, ocultando su carácter artificial y por esa misma razón convirtiéndose en agente privilegiado de la ideología. Un proceso mediante el cual se ordenan las instituciones educativas y lo que se considera “profesional”, excluyendo y reprimiendo toda disidencia.

Su análisis se inscribe dentro de una línea de investigación que da cuenta, desde diversos ángulos, de la solidificación de una forma narrativa dominante que asfixió las muchas existentes y las muchas posibles, luego de la tormenta de lenguajes del cine del periodo de entreguerras mundiales del siglo XX [2]. Es un concepto afín al que, en su libro Praxis del cine (1969), Noël Burch había llamado “Modo de Representación Institucional”, en oposición al “Modo de Representación Primitivo”; o que Sánchez Biosca estudió en El montaje cinematográfico respecto del ocultamiento de su existencia como acto creador de sentido. Es decir, es una serie de convenciones que la industria del cine adopta para naturalizar la experiencia del espectador ante el relato cinematográfico y televisivo.

La particularidad de Watkins es que al ser un realizador, el problema de su denuncia no es solo teórico sino práctico. Y en esa condición altamente inestable se permite ir más allá. Sobre la base de este hecho comprobable, indaga las consecuencias del uso indiscriminado de “una sola forma” y el lugar que ocupa en la producción-reproducción de la ideología dominante. Para él tiene consecuencias desastrosas para el sector creativo de los MMA, pero lo verdaderamente trágico reside en la influencia que estos formatos ejercen en el público. ¿Cuál es el poder opresor de este lenguaje? ¿Cuál es la manera subterránea en que se convierte en instrumento de la ideología, incluso a pesar del contenido que transporta?

El público ante un rompecabezas delirante

Lo que nos interesa es la cara oculta de los medios. Pues, además de aspectos instructivos y amenos, los mensajes que continuamente emiten los MMA (cada vez más accesibles gracias a internet) también modifican nuestra relación con la historia, el tiempo, la tolerancia, el sufrimiento, la compasión, o el sentimiento de lo colectivo, en un grado que aún no hemos empezado a calibrar.

Entre los efectos principales que señala, vale destacar el de la colaboración directa en la pérdida del sentido histórico de las personas y de la capacidad de concentración. Algo que es evidente en la ideología que se propaga en los noticieros, reduciendo la historia contemporánea a “una sucesión de extractos de entrevistas a políticos y videos breves de accidentes, conflictos armados y cotilleo de la prensa del corazón” como si fuera un “rompecabezas delirante”. Esto lo lleva a afirmar que “ahogados bajo esta avalancha permanente de historias insignificantes, fragmentarias, clónicas, que participan todas del proceso mediático, nuestra propia historia está desapareciendo”. Un aspecto clave sobre el que existe una lamentable coincidencia con otras críticas, ya Umberto Eco abordaba el problema en 1963 (Apocalípticos e Integrados) planteando que la mole vertiginosa de informaciones se volvía en contra de reflexionar los acontecimientos temporales.

Con la profundización de esta dinámica durante décadas, Watkins no duda en traspasar la fórmula de Hannah Arendt sobre la “banalidad del mal”, para aplicarla al actual nivel de violencia y agresividad que se observa en los medios, el cual permite ir elevando el umbral de lo “socialmente aceptable”.

En este marco se obsesiona, con razón, en la función práctica de las ideologías, como estructuras asimiladas de una manera inconsciente, y reproducidas constantemente en la praxis cotidiana. Es en este marco de naturalización que La Monoforma, por su capacidad de fragmentación y de división de la percepción, genera fuertes impulsos antidemocráticos en el seno del proceso social, basada en otro aspecto clave del sistema que describe: la presunción de un público inmaduro al que se necesita “enganchar” constantemente ante su “dispersión”, con un claro objetivo de consumo.

Pero vale la pregunta: ¿es verdad, como dicen “los expertos”, que nos habríamos vuelto tan duchos en lenguaje audiovisual acelerado que “leemos” súper rápido? ¿O sucede que cuanto más saturada está la gente de imágenes, más necesario se vuelve aplicarle electrochoques que la mantenga atenta a la pantalla? [3] De ahí las recomendaciones que uno oye de “los expertos” y en los centros de formación: “necesitamos tener más impacto, si acortás este plano, tendrás más impacto”. Lo que demostraría una enorme aversión a todo lo que pueda recordar a una motivación humana compleja.

Watkins plantea explícitamente que está lejos de su intención presentar al público como una víctima; al contrario, lo considera una parte clave del proceso activo de los medios y con su cuota de “responsabilidad”, pero señala sin más el lugar en el que lo ubican.

Quizás una anécdota del libro sirva para ilustrar mejor la conciencia del problema y el cinismo de los jefes de los MMA frente a la pérdida de la capacidad de concentración. Al parecer en 2013, (el hoy caído) Kevin Spacey fue el encargado de pronunciar el prestigioso discurso Guardian McTaggart en el festival anual de televisión de Edimburgo. Ahí contó como Netflix había hecho números y había accedido a financiar House of Cards con él como protagonista y productor ejecutivo. Aseguró que el éxito de la serie, la primera que estrenaría todos sus capítulos el mismo día, permitía entender mejor el comportamiento del público. Entre risas diría que:

… desde hace años, sobre todo desde la aparición de internet, la gente no hace más que lamentarse por la disminución de nuestra capacidad de concentración… pero si uno es capaz de verse una temporada completa en un solo día ¿acaso no es eso una prueba de una increíble capacidad de concentración?

Según Spacey, el atracón televisivo necesita historias buenas, complejas, y la gente termina viendo cosas que duran tres veces más que una ópera.

La audiencia ha hablado: quiere historias. Se muere de ganas… y va a hablar de ellas, se va a atiborrar de ellas, se las va a llevar consigo al autobús, a la peluquería; se las impondrá a sus amigos, vía Twitter, blogs, Facebook… y sabe Dios qué otros medios… lo único que tenemos que hacer es dárselas.

Forma y contenido

En su carácter de realizador, Peter Watkins se interpela a sí mismo y a sus pares a partir de este diagnóstico del estado de situación, al que considera al mismo tiempo un Estado de Sitio declarado en la industria contra toda disidencia, lo cual se prueba en su propia historia. Sus películas fueron censuradas, tildadas de fracasos, “no profesionales”, muy largas, indigeribles para el público y toda otra sarta de mentiras. Al mismo tiempo su persistencia y obra particular lo fue convirtiendo en un punto de referencia, oculto para las grandes masas, pero brillante en el barco en que cruza el océano audiovisual. Su aventura es análoga a otros que como Chris Marker fundaron su lenguaje chocando contra las grandes olas.

Se ubicará contra los decretos reinantes que mandatan la utilización rígida y controlada del tiempo, el espacio y sobre todo de las emociones del espectador en la narrativa audiovisual. Porque para él la especie humana se caracteriza por tener “una necesidad vital de tiempo, duración y espacio” como “elementos indispensables para nuestra capacidad de juzgar, reflexionar, hacernos preguntas y pensar libremente” [4].

Sus películas, que es imposible abordar en esta nota, son una prueba de esto, y de ahí su carácter revulsivo. En ellas busca poner en cuestión todas “las leyes” del género que aborda, construyendo films que no son ficciones ni documentales, donde conviven distintas épocas, con mayoría de actores no-profesionales, e historias tan abiertas, problemáticas y contingentes como la realidad y la política mismas. Su tema favorito: el poder, siempre acompañado de la represión y la ilusión de libertad. ¿Por qué siempre los poderes reaccionarios, explotadores, opresores, tienden a tener la última palabra?

Con preguntas de este tipo Watkins señala a sus pares la contradicción existente entre pretender un discurso revolucionario y apelar a la Monoforma como vehículo bajo la idea de “usar las herramientas del enemigo contra el enemigo mismo”. Su opción es tajantemente contraria, aunque opina que existen buenos usos posibles de ella, como una entre varias. La preocupación de cómo enfrentar la industria cultural, en forma y contenido, es una constante del cine político militante al largo de la historia [5].

En el libro Camera política, de Emmanuel Barot, sobre la dialéctica del realismo en el cine político y militante, se aborda las ideas de Watkins desde una perspectiva interesante. El autor propone una metáfora ligada a la producción industrial y a la manera en que los obreros suelen luchar contra la patronal para resistir la lógica de dominación. Por un lado estaría la opción de lo que en Argentina se conoce como “trabajo a reglamento”, volviendo improductiva la empresa en relación a sus preceptos más utilitarios, pero sin romper la organización. Por otro lado estaría una opción análoga al principio anarco-sindicalista del sabotaje, el cual se opera al precio de una represión aumentada y la condena a la ilegalidad. En el mundo del cine de izquierda, Ken Loach puede ser un exponente de la primera opción ajustándose a los canales y formatos de producción estándar pero tratando temas completamente diferentes. En el segundo caso se encuentra Watkins.

Pero lo último que se puede hacer con La crisis de los medios y sus planteos es ensayar argumentos tranquilizadores, sobre todo, como señalaba al principio de este artículo, si quien lee el mensaje trabaja, produce, milita o habla con imágenes en movimiento, pretendiendo que el resultado sea un vehículo revolucionario.

NOTAS AL PIE
[1El libro “El héroe de las mil caras” (1949) del mitógrafo estadounidense Joseph Campbell aborda el monomito, un patrón narrativo repetitivo posteriormente aceptado por la industria de Hollywood como base para guiones exitosos.
[2El fenómeno solo puede entenderse como resultado del triunfo en la II Guerra Mundial del imperialismo norteamericano y su consecuente hegemonía mundial.
[3El crítico J. Hoberman en El cine después del cine cita una entrevista a Jeff Gordinier en 1999: “Uno no mira una película como El club de la pelea, uno se inyecta directamente en el cráneo un diluvio de información visual y sónica”. La misma idea frente a Matrix.
[4Su película La Comunne, Paris 1871 (2000) tiene una duración de 5 hs. 45 min, y una versión de 3 hs. La considera como la puesta en práctica de una realización casi totalmente enfrentada a la Monoforma.
[5Para un acercamiento a las reflexiones de Raimundo Gleyzer, Jorge Sanjines y Sergei Einsestein sobre las relaciones entre forma y contenido para comunicar ideas revolucionarias se puede ver: http://ensayosilegales.org/marx-ha-vuelto-esto-recien-comienza/.

Las nuevas barricadas del arte francés

Los artistas y trabajadores de la cultura participan y renuevan su producción al calor de las movilizaciones obreras y estudiantiles contra la Ley de trabajo

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Imágenes de huelgas, masivas movilizaciones, plazas tomadas, banderas colgando de edificios e instituciones educativas, pancartas, gases lacrimógenos y represión policial, son parte del paisaje cotidiano en la Francia actual.
Desde hace casi tres meses un movimiento de jóvenes, estudiantes universitarios y secundarios encabezan la movilización contra la nueva Ley del trabajo que precariza las condiciones laborales, se organizan a través del movimiento Nuit Debout (Noche de pie) en la Plaza de la República y cuenta con un amplio apoyo social.

En las últimas semanas se destaca la importante entrada en escena del movimiento obrero con huelgas y piquetes que fortalecen la lucha. Sectores estratégicos como las refinerías, centrales nucleares y transporte demuestran en forma contundente la fuerza de los trabajadores. El puerto de Le Havre con masivas movilizaciones obreras se ha convertido en «la capital de la huelga». En el comienzo de la Eurocopa la unidad de obreros y estudiantes se hace sentir con fuerza en las calles.

Los trabajadores de la cultura, estudiantes de arte, los «intermitentes del espectáculo» y los colectivos independientes son también parte de la protesta y expresan sus propias reivindicaciones. El movimiento sacude la rutina, transforma las costumbres y despierta un nueva creatividad. Así también nuevas prácticas artísticas y culturales atraviesan las distintas disciplinas renovando la producción y la difusión a través del uso de nuevas tecnologías.

Con acciones y reclamos

Desde el comienzo del movimiento, trabajadores de la cultura, artistas y estudiantes de arte son parte de las movilizaciones y también suman sus propios reclamos.
Los estudiantes ocuparon la Escuela de Bellas Artes en repudio a la represión y en solidaridad con el sector de la educación artística contra la mercantilización de las prácticas.

Los «intermitentes del espectáculo», son técnicos, actores, coreógrafos, bailarines, camarógrafos que trabajan con contratos eventuales y enfrentan la políticas que apuntan a la precarización del sector y la disminución de los subsidios por desempleo.Fueron parte de importantes acciones como la ocupación de teatros, salas y museos, entre ellos la Comedia Francesa, la Cinemateca y la destacada toma del Teatro Odeónimpulsada junto a estudiantes y trabajadores precarios con el objetivo de transformar el teatro en un centro de coordinación de las luchas.

En la última semana realizaron una ocupación de MEDEF (cámara empresarial) donde fueron reprimidos y detuvieron por dos días a Loïc Canitrot, integrante de la compañía teatral-musical Jolie Môme que tiene una importante trayectoria de lucha y participa desde los comienzos de Nuit Debout.
La compañía Jolie Môme realiza también intervenciones artísticas en las movilizaciones, y lanzaron un videoclip contra la violencia policial con el título «Podrán cortar todas las flores pero no detendrán la primavera».

Jolie Môme, mayo 2016

Liberación gráfica

Las reivindicaciones de la lucha se expresan a través de múltiples iniciativas, y la tradición francesa de los graffitis, afiches y murales se retoma con nuevas formas y materiales.
En las Universidades en lucha se expanden frases en aerosol y en Tolbiac se pintó de rojo toda una pared en repudio a la represión y en referencia al nombre «Tolbiac la Rouge» que se le dió por las numerosas luchas desde los años 70.
Una campaña de afiches, con estética similar a la de mayo de 1968, es impulsada subiendo los originales a su web para promover una amplia difusión.

A partir de una convocatoria por Tumblr desde Nuit Debout se lanzó un Movimiento de Liberación Gráfica y Artística que convoca a crear un «arsenal artístico» enviando las producciones para su difusión. Hay publicadas decenas de afiches, pinturas, collages, fotos intervenidas, arte digital, viñetas, de todos los estilos, colores y tamaños.

Existe un hilo histórico que une estas producciones gráficas con la experiencia del Mayo Francés del Ateliere Populaire, donde la serigrafía fue la técnica utilizada. Pasando por múltiples innovaciones tecnológicas que transforman la práctica, la producción y también la difusión, existe una continuidad basada en una comunidad de intereses por liberar la práctica artística y buscar las formas de sumarla al proceso de transformación social.

Agitación audiovisual

La historia del cine francés tiene destacados capítulos de compromiso social. Uno de los más importantes es la experiencia surgida al calor de Mayo del 68 cuando toda la profesión cinematográfica se declaró en estado de asamblea y surgieron múltiples colectivos de cine político que registraron los hechos. En las décadas siguientes, especialmente luego de las huelgas de 1995, un sector de la producción de documental y ficción mantuvo siempre una mirada hacia las problemáticas sociales.

Las luchas obreras de los últimos años fueron registradas en diversas producciones
como Goodyear, la mort en bout de chaine (Good Year 2009), La saga des Conti(Continental 2009), Au prix du gaz (ocupación New Fabris 2009), Liquidation (Good Year Amiens 2009), Grandpuits et petits victories (Refinería Total en 2010), On a Grèvé(trabajadoras grupo hotelero 2013), estas películas sobre conflictos recientes se fueron estrenando durante estos años hasta la actualidad. A comienzos de 2016 se estrenóComme des lions de Françoise Davisse, sobre el conflicto en PSA Alunay de 2013, que registra la organización de la huelga desde adentro y actualmente va por doce semanas consecutivas en salas y decenas de proyecciones-debate organizadas en distintas regiones del país.

El cineasta Sylvain George, es reconocido por su obra que denuncia las políticas migratorias de los gobiernos y retrata las duras realidades de los pueblos, como el destacado documental Qu’ils reponsent en révolte. Actualmente
participa en debates y proyecciones de Nuit Debout, su película Vers Madrid sobre el movimiento del 15M es difundida también en estos espacios.

En febrero de 2016 se estrenó la película Merci Patrón (Gracias Patrón) de François Ruffin, periodista de Fakir. Un documental de denuncia, con elementos de comedia y thriller, que ya ha conseguido más de medio millón de espectadores. El éxito del documental no se encuentra en el marketing ni en ninguna estrella del espectáculo, sino en la conjunción de las motivaciones del realizador con un movimiento social que crece día a día. La película muestra las consecuencias de la deslocalización fabril impulsada por el empresario francés Bernard Arnault, una de las mayores fortunas del país, dueño del grupo de lujo LVMH (Louis Vuitton, Kenzo, Dior, Givenchy), quien se llevó las empresas a Polonia donde el costo laboral es más bajo. El director sigue a una pareja de trabajadores de edad mayor que perdió su trabajo por esta política y pueden perder su casa, se propone ayudarlos, y las escenas se suceden tramando los planes para conseguir justicia. En el camino se enfrentan con fuerzas de seguridad y políticos cómplices de los capitalistas. El director fue también convocante al movimiento Nuit Debout y Convergence des luttes, y la película se proyecta actualmente en salas, plazas y espacios de movilización.

Jóvenes realizadores, estudiantes y colectivos como Les Mutins de Pangeé y Nadaaportan con sus producciones.
A lo largo de estos meses de lucha los estudiantes de cine también aportaron sus producciones y realizaron Cinetracts, retomando el nombre de los informes cinematográficos impulsados por Jean Luc Godard en el mayo del 68. Desde la web de Nuit Debout se pueden verTV Debout, y se realizan trasmisiones en directo.

Otros medios independientes como los periodistas audiovisuales de Taranis Newsregistran las movilizaciones y sus videos son ampliamente difundidos.

Se destaca también el rol del sitio revolutionpermanente.fr, integrante de la red internacional de La izquierda Diario, que realizan coberturas audiovisuales y las traducen a varios idiomas, logrando conquistar lazos de solidaridad como el ejemplo de los trabajadores brasileños de Petrobras que enviaron por ese medio un video de solidaridad que ya cuenta con más de un millón de vistas.

La utilización de las imágenes para la lucha, sean audiovisuales o fotográficas atraviesa también distintos debates. Filmar o no las caras de los manifestantes, en qué ocasiones usar el vivo-directo y en cuáles no, cómo actuar frente a la violencia policial, son algunos de los temas que a través de foros debate y distintos artículos atraviesan al sector.

La múltiples formas en que los medios audiovisuales participan del movimiento de lucha en Francia son sólo el comienzo. Como ya sucedió en otros momentos álgidos de la lucha de clases, nuevas narrativas, originales películas, variados formatos y estéticas se están gestando, inspirados al calor de la lucha de los jóvenes y el retorno del movimiento obrero francés.

En cada ciudad de Francia y al calor del desarrollo de huelgas y movilizaciones, nuevas experiencias artísticas y culturales se multiplican. Artistas reconocidos o no, productores independientes, militantes artísticos, colectivos culturales, aportan con nuevas formas al desarrollo del movimiento y en estas prácticas se recrean respirando los aires de transformación social.

 

Filmar con sangre en las venas: Nicanor Loreti y su Kryptonita

El jueves 3 de diciembre se estrena Kryptonita, la película de superhéroes del conurbano bonaerense. Su director Nicanor Loreti camina por el agitado cine de género nacional que viene dando buenas películas, exprimiendo al máximo los bajos presupuestos con lo que se trabaja en Sudamérica. Es parte de una generación de cineastas capaces de mezclar política, crítica social, risa y recuerdos de la infancia con abundante sangre, acción, sexo y muerte, dependa lo que se quiera decir. Loreti es amante de los cómics, de la revista D’artagnan a Cazador, de las historias de Breccia con sus personajes oscuros y demacrados, a las tiras de Don Fulgencio y Paturuzito. Transmite la sensación de deslumbrarse con el cine, ver y disfrutar, inspirarse y copiar para producir algo propio. En esta entrevista que realizamos para La Izquierda Diario junto a Celina Demarchi conversamos sobre las motivaciones, las referencias y la cocina de Kryptonita. El cine de género en Argentina no es fantasía, es pura realidad.

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¿Por qué elegiste el libro de Leonardo Oyola? Él dice que vos fuiste a verlo y le propusiste hacer la película antes de que el libro ganara premios y fuera reconocido.

Loreti: Había leído un par de libros de Leo y me gustaron mucho. Cuando leí éste me rompió la cabeza la idea y de qué se trataba. Yo siempre leí comics, tengo mucha cultura popular. Tengo esa idea en la cabeza de John Carpenter de gente que está encerrada, es algo que me gusta mucho, el encierro y qué les pasa a los personajes. Le dije que quería hacer la película y vi que era una película posible. O sea, dentro de toda la locura y de los efectos especiales, me dije: “esto puede ser una película, no es un delirio”. Yo quería ser fiel al libro y eso hizo que no fuera una película con súper bajo presupuesto. Y como a Leo le había gustado mi peli “ Diablo”, congeniamos.

Oyola contó también que alguna productora quiso cambiar algunas cosas para apoyar la película porque no les gustaba la idea del delincuente bueno y la policía mala.

Loreti: Ocurre que hay una lógica comercial. Cuanto más política hacés tu película más público dejás afuera. Entonces, en general, cualquier productor te va a decir que hay que sacar un montón de contenido político «nadie quiere ver crítica social». Entonces nos juntamos con Jimena Monteoliva, la productora, y dijimos «si no son delincuentes, si no es en un hospital público, si tal actor no, bueno pensemos en otro proyecto porque eso no es el libro». En el corazón del libro está esa cosa de familia que se arma entre los personajes, cosas que cuenta Leonardo sobre Isidro Casanova que si cambiás no tiene gracia. Dijimos, vamos a hacerla como queremos nosotros y corremos con los riesgos.

En Kryptonita hay una tensión para no hacer parodia, el libro no lo es ¿Cómo lograste eso?

Loreti: Es muy complicado porque vos agarrás cualquier película de súper héroes con un tipo disfrazado y es absurdo. Mirás Los Vengadores con un poco de distancia y decís :»Es cualquiera».
Nosotros lo que hicimos fue crear un verosímil. Vos vas a Constitución y ves travestis como encarna Lautaro Delgado en la peli, esa línea usamos. Si juntás a todos los personajes y te parás en una esquina capáz que te dan miedo. Yo confié mucho en el verosímil que creó Leonardo en el libro. No es que el chabón se fue un mes a Casanova a investigar. El viene de ahí, muchos personajes están basados en gente que él conoce, incluso él mismo. La relación de Nafta Súper con su hijo es su propio hijo. Era cuestión de trasladar la voz de Leonardo al cine, es un gran dialoguista. Y eso sólo ya le da verosimilitud. El riesgo de pifiarle está. Nos pasó en Mar del Plata que hubo gente que le cazó la onda a la peli después de la mitad. Pensaban que era cómica, después vieron que no. La peli tiene muy poco de parodia. Es irónica, sí. El libro lo es.

¿Cuáles fueron tus referencias para Kryptonita?

Loreti: Tomamos pelis donde se trabaja mucho con cámara en mano. El color contrastado que tiene Kryptonita es de Safe House (2012) de Daniel Espinoza, filmada con cámara en mano, una estética súper desprolija y funciona zarpado. El montaje también rompe reglas. Como yo tenía que filmar en cinco semanas dije: «Esta es la manera». Yo siempre fui anti cámara en mano, muy prolijito, muy careta pero dije: «Acá hay que bardear todo y meterle suciedad».
Sentencia de muerte (2007) de James Wan, con esa onda, sucia, contraste y Sin City (2005) de Robert Rodriguez, para los flash backs también fueron referencia. Rodríguez es un director que viene de súper bajo presupuesto, yo miro mucho sus making off y escucho sus comentarios. El tipo usa un montón de herramientas del cine guerrilla aunque sea en Hollywood, filma por un tercio de lo que se filma allá. Todo eso lo aplicás acá y te sirve muchísimo.

¿Cómo ves el cine de género en Argentina, que en el último tiempo tiene un florecimiento?

Loreti: Hay todo un mundo de gente que se concentra en Buenos Aires Rojo Sangre.
Está pasando algo que está buenísimo y es que se están haciendo películas cada vez más profesionales. Gabriel Grieco hizo una película que se llama Naturaleza Muerta (2015) de manera independiente y logró estrenarla en el cine. Que la película lleve 15 mil espectadores sin pasar por el INCAA es muy bueno. Son chabones autodidactas y saben hacer todo. Imaginate que Pablo Parés (Plaga zombie, 2012) hizo todo, cámara, montaje, sonido y la dirigió. Hay mucha gente así, Andrés Borghi (Nacido para morir, 2013), Daniel de la Vega (Necrofobia, 2014) gente que sabe hacer muchos rubros dentro de la misma película. Entonces cuando pasan a hacer algo de mayor presupuesto se está dando un paso para empezar a comercializar ese tipo de cine.
El mundo del cine es un medio donde hay gente que vive de él. Yo podría hacer Kryptonita de forma independiente, la filmo durante un año pero no cobra nadie. La gente que quiere seguir filmando como hobby es muy poca. Filmar requiere de un esfuerzo enorme. Si lográs que funcione el terror argentino como funciona el extranjero, sería buenísimo. Hacés tu película vos y metés 100.000 espectadores te da un montonazo de libertad porque los multimedios no es que son malos o buenos pero tienen sus reglas. Te dicen queremos que la película tenga estos actores, que sea apta todo público, etc. entonces eso define un montón de cosas. Hay gente muy talentosa como Tetsuo Lumiére (Buscando la esfera de poder, 2013) si mañana lo llama Suar y le dice que quiere hacer una película con él puede salir algo flashero si le dieran libertad .

El cine de género como se hace en los EEUU tiene un estilo y en Latinoamérica parece más vital, humano, crudo y real como Siete cajas, el thriller paraguayo o Juan de los muertos, la peli de zombis cubanos.

Loreti: Es muy difícil equilibrar el tema económico, cuanta más libertad creativa tenés es más fácil expresarte a nivel humano. Si nosotros hacemos una película para que la vea todo el público posible, eso ya hace que tengas que tomar distancia, estás pensando de una manera” maquiavélica” para atraer a todo el público. Eso te deshumaniza. Cuanto más te alejás de pensarlo como producto, te da más posibilidad de que le película tenga sangre en las venas, sentimiento. Comparando con las películas norteamericanas para mí eso es lo que le da corazón. La libertad le da el corazón.

En estas películas de género nacionales parece haber una tendencia a colaborar y producir de forma colectiva, realizadores que se están ayudando entre sí. ¿Cómo se logró?

Loreti: Un poco por amistad y otro poco por necesidad. Vi la peli de Andrés Borghi “Nacido para morir” y el chabón es un genio. Tenía que hacer efectos especiales y vi lo que hizo con nada, entonces pensé, le pago para que los haga y encima nos hicimos amigos. En mi película trabajaron cuatro directores: Mariano Dawidson hizo el color, Borghi, los efectos especiales , Pablo Marini coordinó las peleas. El chabón me decía “te conviene que la cámara vaya acá” y a mí me parecía bien. Me sugería y yo respondía “¿vos estás loco? ¿cómo vas a hacer eso?”. Hay un plano que está Federico volando para pegarle en la cabeza al Tortuga, Marini me dijo: “dejamos la cámara fija, viene uno vuela sobre los barriles y después recortamos”. Le dije: «nunca va a funcionar” y me dijo “filmémoslo si no funciona, no lo usás” y funcionó. Es porque el chabón es director. El hecho de trabajar con otros directores te ayuda a tener salidas cinematográficas que no se te ocurrirían. Si no hay ego en el medio, es lo que más funciona en esta “comunidad” que se va armando. El cine es colectivo pero no es democrático. Si entrás a un set y decís «¿bueno chicos qué opinan que hay que hacer?”, perdiste.
El problema siempre es humano. Te puede pasar que se inunde todo, se corte la luz, salís re adelante de eso pero si tenés problemas de ego o humanos dentro del set, está todo mal.

Dijiste que Kryptonita tiene una crítica social ¿cuál es?

Loreti: A mí lo que me gusta del cine es poder transmitir algo, disfrutarlo pero si tenés este medio, tiremos un par de bombas. Diablo lo tiene, chabones «zurdo peronistas», contradictorio, me pareció divertido hacer eso. En ésta me parecía copado poder mostrar marginalidad desde un lugar de antihéroes. Afuera tenés represión, mala onda y eso genera antihéroes. Es verosímil, lo que quise decir es «esto pasa porque está lo otro». El negociador policial que hace Capusotto, le sacás el maquillaje y tenés un chabón que viene y te dice “ahora los vamos a matar a todos”
Me parece que la película dice que frente a una acción que es la represión, la reacción es esta. Me gustan las películas sobre la familia, creo que todas las que hice hablan de eso, hablar sobre una reacción social. Mi película La Hache (2011) habla de eso: represión, te piso la cabeza y la reacción es una banda de heavy metal. Creo que Kryptonita tiene un punto en común. Es ISIS o Francia, el huevo o la gallina. Te bombardeo, me bombardeas y nunca termina porque es conveniente. Si vos erradicás todos los problemas hay un montón de cosas que no necesitás, como la policía y muchas otras. Te reprimo, esa es mi reflexión, genero más problemas para poder reprimir más.

¿De dónde viene tu amor por el cine, tus ganas de filmar?

Loreti: Recuerdo un momento muy claro, 11 o 12 años, llegó el cable a Hurlingham donde yo vivía y tenía todos los canales gratis. Tenía vacaciones largas y mis amigos estaban lejos y me la pasaba viendo tele, veía un drama, ciencia ficción, una tras otra, 6 o 7 horas seguidas. Como tengo buena memoria , Geografía cero, no sabía dónde estaban las provincia pero me decías tal actor y sabía donde había actuado. Todo eso me hizo empezar a querer hacer cine. A los 16 quería ser crítico de cine y después quise hacer películas.

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Artículo publicado también en:

Primer corte en la linea de tiempo [idZ]

Realización audiovisual en la crisis capitalista

Que una crisis económica, social y política tan profunda como la que está en curso a nivel internacional desate cambios culturales de diverso tipo podríamos decir que «cumple una regla», si no lo hiciera sería una prueba de que la vitalidad de la cultura se está extinguiendo. Uno de los problemas consiste en saber si esas manifestaciones culturales son signos de algo nuevo, o sólo una dialéctica momentánea del proceso en curso, hasta que el mercado del espectáculo que domina sin oponente desde hace décadas, asimile el cuestionamiento. Esa es una de las preguntas que nos hacemos ante las manifestaciones culturales muy diversas y nuevas, que surgieron con la «primavera árabe», con el desarrollo de la crisis en Europa, e incluso en EE.UU. Que el destino de esas manifestaciones culturales está atado a la evolución más general del proceso social, político, a los triunfos o derrotas en la lucha de clases, también es «una verdad general», pero hay que tener mucho cuidado con las interpretaciones mecánicas. La historia demuestra que los fenómenos culturales, ideológicos, no van al mismo ritmo, preceden o se continúan mas allá de esos «combates». Por otro lado la crisis capitalista es de dimensiones históricas, y en todo caso todo está en construcción.

Si hace tan solo una década Roman Gubern, historiador del cine, en su libro «el eros electrónico» hablaba de la «opulencia audiovisual» de nuestra cultura, era de esperarse que fuera en ese lenguaje que se expresaran cambios de ánimo con fuerza. En este artículo tratamos de dar cuenta de esto, pero por esa misma «opulencia», impulsada hacia adelante con el desarrollo de Internet como plataforma multimedia, sería un error analizar lo que sucede sólo dentro del espacio estrecho delimitado por las instituciones tradicionales del «Cine» o la «TV». Es que «ahora hay que hablar genéricamente, ante la mescolanza de productos y canales de difusión, de audiovisual, como la provincia central y hegemónica de la cultura de masas contemporánea (…) en la que figuran la televisión, el vídeo y la imagen sintética producida por ordenador.» decía Gubern en el mismo libro… y se preguntaba: «¿Tienen mucho en común? Todas ellas son imágenes móviles que vemos en una pantalla, que es su soporte espectacular. Constituyen, por tanto, un mismo lenguaje, pero hablan diferentes dialectos.» Sin caer en el otro extremo, creemos que esta afirmación da cuenta de una tendencia real que no puede evadirse para analizar nuestro medio. Al mismo tiempo, el ámbito de «la comunicación» con las nuevas posibilidades tecnológicas, se expandió para convertirse por esa razón en un vehículo de expresión sensible. El «arte» quizás este descubriendo otros caminos.

Todo realizador audiovisual, director de cine o tv, «aficionado», editor, montajista, sabe que al final de todo, lo que importa es lo que se corta y pega en la «línea de tiempo». El «timeline» es el espacio de trabajo digital donde se edita una película. El sentido y la ideología de un film se construye ahí, más aun que en el rodaje. Previo a cualquier resultado final, siempre se realiza «un primer corte» tentativo en la línea de tiempo para ser analizado, que por definición está sujeto a cambios. Es eso lo que hacemos en este artículo, dando cuenta de las realizaciones audiovisuales que a lo largo de tres años nacen en medio de la lucha de clases. Todas hablan el lenguaje de las imágenes, pero aprenden sus propios dialectos, y de conjunto proponen un idioma que no es el que se gritaba hasta ahora desde los centros de producción hegemónicos de la industria cultural. Por suerte este corte es muy parcial, nos vimos obligados a dejar de lado decenas de ejemplos por problemas de espacio, lo que demuestra la vitalidad del proceso, y nos permite pensar que quizás no tenga el típico «final feliz».

Egipto, el cine del parche en el ojo

«Soy un camarógrafo, mi ojo es mi bien más preciado», señaló Ahmed Abdel Fatah. «pero no nos detendremos. Es nuestro trabajo, es lo que mejor hacemos y lo seguiremos haciendo», añadió. No es suficientemente conocido el hecho simbólico, nada simbólico, de que las fuerzas de represión egipcias disparaban a los ojos de los manifestantes durante 2011, para reventarlos, como estrategia de disuasión. El parche en el ojo se convirtió así en un símbolo de la lucha contra el dictador Mubarak. A Abdel, le quitaron el ojo mientras filmaba cómo mataban gente en el puente de Qsr el-Nil, de El Cairo, pero la acción no logró cegar el registro. Las dramáticas imágenes son parte del documental «Informando… una revolución», a cargo de seis jóvenes periodistas, incluido Abdel.

«Informar lo que ocurre es una estrategia de supervivencia. Salimos a la calle y perdimos amigos, manos, ojos… Una generación de jóvenes expertos en tecnología móvil actúan como porteros del mundo visual, archivando imágenes que no pueden negarse al pueblo que se subleva ante el poder estatal.” explicó Nora Younis, fundadora de Al Masry Al Youm, sitio multimedia que organizó la realización de ese film colectivo.

Entre las distintas experiencias se destaca el colectivo “The Mosireen», “nacido de la explosión del periodismo ciudadano y el activismo cultural en Egipto durante la revolución”, aglutina los testimonios y vídeos sobre las protestas en Egipto y dan talleres de fotografía y edición para multiplicar los productores de imágenes. Plantean que las demandas de la lucha no acabaron con la caída de Mubarak, sino que comenzaron. «Filmamos la revolución en curso, publicamos videos que desafían las narrativas de los medios, ofrecemos capacitación, asistencia técnica, equipos, organizamos proyecciones y eventos y organizamos una amplia biblioteca de imágenes de la revolución». Sus videos sobre las movilizaciones fueron los más vistos en youtube en todo el mundo durante la revolución. También realizaron Tahrir Cinema, proyecciones y debates en el acampe de la Plaza. Retomando las mejores tradiciones del cine militante, este colectivo organizó una campaña a través de proyecciones en todo el país, para desnudar las mentiras de la Junta Militar. Mientras los generales decían no haber estado en Plaza Tahir, las imágenes en las pantallas mostraban al ejército reprimiendo con toda su furia al pueblo.

Actualizan su canal con videos sobre las movilizaciones y denuncias contra el estado represivo. Realizan también una serie llamada «Right to…», («Derecho a…» la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, etc.), en donde toman todas las demandas pendientes. Uno de los últimos videos se llama “Taskim to Tahir: we desire the fall of the system” (de Taskim a Tahir, deseamos la caída del sistema), y compara las imágenes de Egipto y Turquía, encontrando las similitudes, la represión, los manifestantes avanzando, los tanques prendidos fuego, carros hidrantes atacando, a través del montaje hermanan ambas luchas.

Pero uno de los impulsos más fuertes para filmar sin ojos es la importante participación de las mujeres. Varias producciones dan cuenta de esta situación. «Forbidden» (Prohibido, 2011), de Amal Ramsis, «Ni Allah, ni Maître» (Ni Dios ni Amo, 2011), de Nadia el Fani, «Words of Women from the Egyptian Revolution» (Palabras de mujeres desde la revolución egipcia, 2011), de Leil-Zahra, y también otra producción de Mosireen, «In the Shadow of a Man» (A la sombra de un hombre), documental de Hanan Abdalla, que trata la opresión de las mujeres a través de cuatro historias personales, y termina con las imágenes de las mujeres en las movilizaciones, y una reflexión que dejan los gritos de la calle «no tenemos miedo, no estamos cansados, revolución total o nada».

Las jornadas de Egipto también impulsaron a documentalistas europeos a viajar y registrar el proceso. Diario de la Plaza Tahrir, del realizador español Marc Almodovar, es un valioso registro directo de los 18 días que provocaron la caída de Mubarak. Luego comenzó «The hidden revolution» (La revolución oculta), en proceso, que busca mostrar las lucha de los trabajadores antes, durante y después del 2011, y especialmente el proceso de ocupación de fábricas. Y hacia ahí mira Philip Rizk, integrante del colectivo Mosireen, que está produciendo «Fuera / en las calles», una película que «entrelaza el documental y la ficción para abordar el Egipto revolucionario desde la perspectiva de los trabajadores…». Esto es sólo el comienzo.

Grecia, todas las semillas de diciembre

Uno de los cortometrajes más conocidos del proceso en Grecia es “December Seeds” (2009) en homenaje al joven asesinado Alexandros Grigoropoulos. Los sinsentidos que rodean su realización dan cuenta de la situación cultural griega. Atribuida al viejo cineasta Chris Marker que falleció el año pasado, todo indicaría que no es de su autoría directa, aunque lo interesante es que como mínimo, sí lo es de manera indirecta porque toma su dialecto. Y estamos hablando de Marker, quien construyó un lenguaje audiovisual para sus obras paralelo al lenguaje hegemónico, al mismo tiempo que se mantuvo como un radical político hasta su muerte, y con casi 90 años navegaba las redes fascinado por sus potencialidades.

«Huí. Me di cuenta de que te mueves rápido. Es duro encontrarse con policías que quieren darte una charla y resbalas a través de los canales de TV. Estaba ansioso por volver donde encontré las semillas, por quedarme al lado de la ventana, por ver otra escena de una película que nunca se filmó. Por el camino, me choqué con la chica que me iniciara. Los ojos cerrados y la boca callada. Trataba de transmitirme su pensamiento. ¡Proteged las semillas!» dice el dialogo que se sobreimprime sobre dos piernas que corren alocadas para toparse con «Libertad», en este corto que surcó masivamente las redes.

«… ¿Las dificultades y la falta de fondos más que matar al cine lo renuevan?… Mientras, Grecia ha vivido siete huelgas generales; se negocia el sexto tramo de ayudas; el primer ministro Papandreu, dimite; se forma un gobierno tecnócrata; el país está en riesgo de quiebra; … Y se espera el estreno de 30 nuevas películas.» ese era el asombro de un periodista que retrataba la producción audiovisual del país a mitad del 2012.

Según las notas periodísticas lo que se está gestando es un «cine raro», que se sostiene sin fondos, en base a la colaboración de los cineastas que aportan rotando sus roles. Además formaron el movimiento «Cineastas en la niebla» con 200 realizadores, y desarrollan una campaña de presión para lograr cambios legislativos. En las películas es habitual encontrar imágenes directas de la actualidad. En algunas, como ‘Attenberg’, el escenario es una zona industrial en decadencia. En ‘Homeland’ y ‘Wasted Youth’, escenas de huelgas y protestas. También se realizaron numerosos documentales como ‘‘Oligarchy’ o ‘Debtocracy’, distribuidos bajo licencia Creative Commons…»

En 2010 surgió el sitio “The Prism” , que reunió un grupo de periodistas para narrar la crisis griega y las historias ignoradas por los medios. El resultado son 27 obras «…The Prism GR2011 es una documentación colectiva de Grecia durante el invierno de 2010, a través de las lentes de 14 fotoperiodistas transformados en narradores multimedia…, reúne estos puntos de vista diferentes…” De esta experiencia surge “Krisis” un largometraje que entrelaza estas historias.

España, interferencias sin autor

¿Qué sucede si dos chicas realizan sobre otra, una «autopsia de los cadáveres de los trabajadores, sobre los clientes vestidos»? Según el film «Interferencias» descubriremos que los zapatos hechos en la India tienen sangre de niños. Que no hay porque incomodarse en usar complementos, ropa interior, camiseta, pantalones, todo para que dure una temporada y vuelvas a comprar, porque «es fashion». Que los trabajadores que hicieron en Magreb ese pantalón que llevas fueron despedidos para que no formaran sindicato, acusados a la policía y perseguidos para que no consigan más trabajo. Que la camiseta de Birmania tiene esclavitud de mujeres, trabajando sin parar, vestidas de negro para que no se note si les viene la regla. Y así… «¿Sabes si hay sangre, lágrimas, contaminación, muerte, en lo que compras?».  Un interesante proyecto “la primera obra de ficción estrenada en cines con licencia creative commons sobre las causas de la crisis global y sus alternativas”.

También entre los indignados «el militante se convierte en productor de imágenes…». En el movimiento 15-m se gestó una comisión audiovisual encargada de recopilar todos los materiales para formar un gran archivo nacional. Destacan dos proyectos, en Madrid Audiovisol y en Barcelona 15mbcn.tv  Se realizaron varios documentales como Anoche tuve un sueño: las voces del #15M”, producido por parte de periodistas de VEO7, despedidos unos días antes del estallido del movimiento. También se impulsó el portal multimedia “Toma La Tele” que reúne producciones de de diversas asambleas y colectivos.

Unos años antes del surgimiento de los indignados se había formado ya el colectivo «Cine sin autor«, que impulsa una crítica a la realización bajo las reglas del mercado capitalista. Cuestiona el rol del director, propone que todos tienen derecho a hacer su película y pautar sus guiones. Propone nuevas formas de producción, con la gente y sin jerarquías. Cuando surge el movimiento se suman a las acampadas y participan de las actividades, a la vez se proponen que tome en sus manos las reivindicaciones de la democratización cultural y producción audiovisual.

La cultura en la línea de tiempo

Como dijimos al inicio de este artículo, el espacio del mismo nos empuja a dejar de lado ejemplos, experiencias, disparadores que surgen de toda esta enorme producción audiovisual en medio de la crisis. De los países que nombramos sólo dimos fragmentos; y quedan mundos enteros afuera, como la experiencia en Estados Unidos, o la producción en Francia. Pero así se hace el montaje de una película, lo primero es cortar, y esperamos haber cumplido un mínimo objetivo de llamar la atención sobre estas realizaciones.

Hace dos décadas el artista y cineasta Jan Svankmajer en su «decálogo» exponía su método para la búsqueda de libertad creativa, sensitiva, corporal, señalando el problema de que «Además, en la civilización audiovisual contemporánea, el ojo está notablemente cansado y ‘deteriorado’. Mientras la experiencia del cuerpo es más autentica, libre del lastre del estetismo».  Lo que sentimos luego de este relevamiento, es que la experiencia corporal de la lucha de clases auténtica, permite de manera fragmentaria tirar el lastre del lenguaje hegemónico impuesto por la industria cultural del espectáculo. Si de conjunto esta nueva práctica audiovisual logrará constituir un nuevo idioma es algo que esperamos.

Si hacemos un resumen esquemático del momento, podemos decir que la lucha de clases trajo una vuelta al «tema social», no solo en el documental sino también en la ficción; pero lo que nos parece más interesante es la incipiente vuelta a una auto-reflexión del sector audiovisual, que traer temas y preocupaciones olvidadas durante la época de restauración. En primer plano la auto-percepción del rol social y cultural del cine y el audiovisual, en apoyo a procesos concretos de la lucha de clases, luchas democráticas o políticas, la idea de aportar a transformar la realidad. En otros planos más interesantes se abren críticas a las instituciones oficiales del cine, los medios audiovisuales, y también el mercado, en lo que hace a un debate propio del sector, reflexionando sobre sí mismo, las formas de producción, de distribución, con autocríticas y búsquedas formales. Lo más dinámico parece ser el surgimiento de nuevos colectivos de realización (nuevamente, que abarcan o fusionan, documental, comunicación, ficción). Tal vez el corte que se está provocando en la línea de tiempo cultural sea mas abarcativo.

Violeta Bruck / Javier Gabino

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Artículo publicado en:

Decalogo de Jan Svankmajer

1) Nunca olvides que poesía sólo hay una. El peritaje experto y profesional es el contrario de la poesía. Antes de ponerte a rodar una película, escribe una poesía, pinta un cuadro, haz un collage, escribe una novela o un ensayo, etc. Solamente si cultivas la universalidad de expresión tendrás la garantía de rodar una buena película.

2) Entrégate sin reserva a tus obsesiones. No tienen cosa que tenga más valor. Las obsesiones son relictos de la infancia. Y precisamente de los abismos de la infancia provienen los más grandes tesoros. En esa dirección, siempre se debe mantener la puerta abierta. No importan los recuerdos, importan los sentimientos. No importa la conciencia, importa el inconsciente. Deja que ese río subterráneo fluya por tu interior. Concéntrate en él, pero al mismo tiempo, relájate al máximo. Al rodar una película, tienes que estar «sumergido» en ella las 24 horas del día. Entonces, todas tus obsesiones y tu infancia entera se trasladarán al film, antes de que llegues a darte cuenta de ellos conscientemente. Tu película será un triunfo del infantilismo. Y de eso se trata.

3) Sírvete de la animación como de una operación mágica. Animación no quiere decir mover cosas inanimadas, sino dotadas de vida. Mejor dicho, su despertar a la vida. Antes de animar un objeto en la película, intenta comprenderlo. En modo alguno comprender su función utilitaria, sino su vida intima. Los objetos, sobre todo los objetos vetustos, fueron testigos de diversos sucesos y destinos que dejaron en ellos su impronta. En diferentes circunstancias fueron tocados por hombres dominados por diversas emociones que dejaron imprimidos en ellos sus estados síquicos. Si aspiras a visualizar estos contenidos ocultos mediante la cámara, debes escucharlos con atención. En algunos casos, durante largos años. Primero debes ser un coleccionista, luego cineasta. El don de la vida mediante la animación debe transcurrir de forma natural. Debe partir de los objetos, no de tus propios deseos. Nunca violes los objetos. No narres tus propias historias a través de los objetos, sino las historias que son las suyas.

4) Confunde constantemente el sueño con la realidad y viceversa. No hay transiciones lógicas. Entre el sueño y la realidad hay solamente un brevísimo gesto físico: levantar y cerrar los párpados. En la ensoñación diurna, incluso este gesto huelga.

5) Al momento de decidirte a qué concederás la preferencia -a la visión ocular o a la vivencia somática-, cede siempre la prioridad al cuerpo, ya que el tacto es un sentido más antiguo que la vista y es una experiencia mas fundamental. Además, en la civilización audiovisual contemporánea, el ojo está notablemente cansado y «deteriorado». La experiencia del cuerpo es más autentica, libre del lastre del estetismo. nunca debes perder de vista el punto de fuga que es la sinestesia.

6) Cuanto más profundices el argumento fantástico, tanto más realista deberás ser en los detalles. Aquí te conviene apoyarte plenamente en la experiencia del sueño. No tengas miedo a caer en las «descripciones aburridas», las obsesiones pedantescas, los «detalles insignificantes», lo documental, si es que quieres convencer al espectador de que todo cuanto está viendo en la película le concierne íntimamente y no es cosa ajena a su mundo, sino algo en lo que está «metido hasta las orejas» sin estar consciente de ello. Debes convencerte de ellos. Valiéndose de cuantos trucos tengas en tu posesión.

7) La imaginación es subversiva, porque opone lo posible a lo real. Por este motivo, sírvete siempre de tu imaginación más desenfrenada. La imaginación es el don más significativo de cuantos haya recibido la humanidad. No fue el trabajo, sino la imaginación lo que ha humanizado al hombre. Imaginación, imaginación, y más imaginación.

8) Escoge siempre temas con los que tengas una relación ambivalente. La ambivalencia siempre debe ser suficientemente fuerte (profunda) e irreversible, para que puedas avanzar sobre su filo sin caer de uno u otro lado o, al contrario, puedas caer al mismo tiempo de ambos lados. Sólo así conseguirás evitar el error más grave, que es un film de tesis.

9) Ejercita tu trabajo creador como un recurso de autoterapia. Esa actitud antiestética acercará tus obras  a las puertas de la libertad. Si la creación tiene algún sentido, no puede ser otro que el de liberarnos. Ninguna película (lo mismo rige para un cuadro o una poesía) puede liberar al espectador sin aportar ese mismo alivio al propio autor. Todo lo demás es asunto de «la subjetividad general». La creación artística como liberación permanente.

10) Prioriza siempre la creación, la continuidad del modelo interior o del automatismo psíquico frente a cualquier ocurrencia. La ocurrencia -incluso la mejor posible- nunca puede ser motivo suficiente para que te sientes tras la cámara. La creación no es tambalearse de una ocurrencia a otra. La ocurrencia tiene su lugar en el trabajo creador únicamente en el instante, en que hayas asimilado perfectamente el tema que deseas expresar. Solamente a partir de ese momento puede tener buenas ocurrencias. La ocurrencia es parte del proceso creador, no un impulso para el mismo.
Nunca trabajes, improvisa siempre. El guión es relevante para el productor, no para ti. Es un documento facultativo, al que recurrirás solamente cuando te falle la inspiración. De sucederte más de tres veces en el curso del rodaje, es una señal: o bien estás trabajando en una película «mala», o bien has terminado.

El haber formulado este Decálogo no significa que me rija por él conscientemente. Son reglas que de cierta forma emanaron de mi trabajo y en modo alguno le preceden.
Además, todos los mandamientos ahí están para ser transgredido y trascendidos (que no obviados). Más también existe otra regla más, y transgredirla (u obviarla) es aniquilador para cualquier artista: nunca pongas tu trabajo al servicio de otra cosa que de la libertad. 

(1999)

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La traducción fue tomada del papel, se repartía en La Habana, Cuba, durante el 34 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en 2012, donde se realizó un homenaje a su obra.

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Sitios relacionados:
http://www.jansvankmajer.com/
Wikipedia en inglés
Wikipedia en español

Ideas de izquierda

Esta es la introducción al Artículo que escribimos con Violeta Bruck para la nueva revista «Ideas de Izquierda«. Donde abordamos la realización audiovisual en la crisis capitalista. Para que se den una idea, los apartados que siguen a esta introducción son: «Egipto, el cine del parche en el ojo» / «Grecia: todas las semillas de diciembre» / España, interferencias sin autor» / y al final una breve conclusión con «La cultura en el timeline».
Pueden saber mas de la revista en este link: http://ideasdeizquierda.org/salio-ideas-de-izquierda/
La revista puede conseguirse en los kioskos de diarios y revistas a partir del 10/07. Mas adelante publicaremos online el artículo completo!

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Primer corte en la línea de tiempo (introducción)

Que una crisis económica, social y política tan profunda como la que está en curso a nivel internacional desate cambios culturales de diverso tipo podríamos decir que «cumple una regla», si no lo hiciera sería una prueba de que la vitalidad de la cultura se está extinguiendo. Uno de los problemas consiste en saber si esas manifestaciones culturales son signos de algo nuevo, o sólo una dialéctica momentánea del proceso en curso, hasta que el mercado del espectáculo que domina sin oponente desde hace décadas, asimile el cuestionamiento. Esa es una de las preguntas que nos hacemos ante las manifestaciones culturales muy diversas y nuevas, que surgieron con la «primavera árabe», con el desarrollo de la crisis en Europa, e incluso en EE.UU. Que el destino de esas manifestaciones culturales está atado a la evolución más general del proceso social, político, a los triunfos o derrotas en la lucha de clases, también es «una verdad general», pero hay que tener mucho cuidado con las interpretaciones mecánicas. La historia demuestra que los fenómenos culturales, ideológicos, no van al mismo ritmo, preceden o se continúan mas allá de esos «combates». Por otro lado la crisis capitalista es de dimensiones históricas, y en todo caso todo está en construcción.

Si hace tan solo una década Roman Gubern, historiador del cine, en su libro «el eros electrónico» hablaba de la «opulencia audiovisual» de nuestra cultura, era de esperarse que fuera en ese lenguaje que se expresaran cambios de ánimo con fuerza. En este artículo tratamos de dar cuenta de esto, pero por esa misma «opulencia», impulsada hacia adelante con el desarrollo de Internet como plataforma multimedia, sería un error analizar lo que sucede sólo dentro del espacio estrecho delimitado por las instituciones tradicionales del «Cine» o la «TV». Es que «ahora hay que hablar genéricamente, ante la mescolanza de productos y canales de difusión, de audiovisual, como la provincia central y hegemónica de la cultura de masas contemporánea (…) en la que figuran la televisión, el vídeo y la imagen sintética producida por ordenador.» decía Gubern en el mismo libro… y se preguntaba: «¿Tienen mucho en común? Todas ellas son imágenes móviles que vemos en una pantalla, que es su soporte espectacular. Constituyen, por tanto, un mismo lenguaje, pero hablan diferentes dialectos.» Sin caer en el otro extremo, creemos que esta afirmación da cuenta de una tendencia real que no puede evadirse para analizar nuestro medio. Al mismo tiempo, el ámbito de «la comunicación» con las nuevas posibilidades tecnológicas, se expandió para convertirse por esa razón en un vehículo de expresión sensible. El «arte» quizás este descubriendo otros caminos.

Todo realizador audiovisual, director de cine o tv, «aficionado», editor, montajista, sabe que al final de todo, lo que importa es lo que se corta y pega en la «línea de tiempo». El «timeline» es el espacio de trabajo digital donde se edita una película. El sentido y la ideología de un film se construye ahí, más aun que en el rodaje. Previo a cualquier resultado final, siempre se realiza «un primer corte» tentativo en la línea de tiempo para ser analizado, que por definición está sujeto a cambios. Es eso lo que hacemos en este artículo, dando cuenta de las realizaciones audiovisuales que a lo largo de tres años nacen en medio de la lucha de clases. Todas hablan el lenguaje de las imágenes, pero aprenden sus propios dialectos, y de conjunto proponen un idioma que no es el que se gritaba hasta ahora desde los centros de producción hegemónicos de la industria cultural. Por suerte este corte es muy parcial, nos vimos obligados a dejar de lado decenas de ejemplos por problemas de espacio, lo que demuestra la vitalidad del proceso, y nos permite pensar que quizás no tenga el típico «final feliz»…

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Próximamente completo! Pueden saber mas de la revista en este link: http://ideasdeizquierda.org/salio-ideas-de-izquierda/

 

La imagen movil del siglo XXI

Convocatoria al Taller sobre medios audiovisuales «La imagen móvil, entre el poder, el dinero, la protesta y la revolución», que dimos en la UBA (Universidad de Buenos Aires) a fines de 2012.

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En la actualidad los medios audiovisuales adquirieron un desarrollo y una influencia tan grande en la vida cotidiana, pública y privada; en la política, en la guerra, en la vida social, en las relaciones personales, que es difícil imaginar los momentos donde “no estuvieron”. También es difícil imaginar que pudieran tener otras vías de desarrollo distintas a las que conocemos y estamos acostumbrados. Es algo que sucede siempre con la historia, desde el presente siempre parece que “todo apuntaba” a “ser lo que es”, como si hubiera habido un destino trazado, y así se enmascaran opciones posibles, caminos de desarrollo alternativos como los que imaginaron los cineastas, comunicadores y activistas que intervinieron junto a los revolucionarios, con prácticas y preocupaciones distintas sobre el medio audiovisual, en las grandes revoluciones del siglo XX.

Hoy tenemos que hablar del desarrollo capitalista del Cine [1] , la TV e internet, dominado por la gran industria cultural imperialista; pero también estamos en momentos donde la crisis mundial trae (sobre todo en el norte de África, Europa y EEUU, como epicentros de la crisis) nuevamente “preocupaciones y prácticas” que tienen lazos con otras del siglo XX que queremos rescatar. Esto último es importante, puesto que apuntamos que el taller abra un debate en los participantes, mostrando cómo las preocupaciones del “nuevo campo cultural” que se está gestando con este nuevo activismo juvenil, se choca con las preocupaciones de “nuestro campo cultural” nacional, donde la “politización de las prácticas culturales” existe, pero está moldeada por años de kirchnerismo y “cooptación” institucional.

Quienes damos el taller lo hacemos este taller desde una perspectiva militante revolucionaria, como militantes del PTS, y al mismo tiempo desde una práctica particular ya que somos “realizadores audiovisuales” (para nosotros no es solo un problema teórico, sino también practico), tenemos una preocupación específica, queremos analizar la situación actual, y también volver sobre las experiencias más interesantes del cine y los medios audiovisuales ligados a la militancia revolucionaria, a la lucha de clases, a las revoluciones triunfantes y derrotadas, al debate marxista [2] . Porque incluso las practicas ligadas a los nuevos movimientos juveniles de lucha que tocaremos, parten a veces desde un grado tendiente a “cero” de referencia con los procesos más avanzados de la historia revolucionaria, que se enfrentaron a situaciones similares.

Hablar de “medios audiovisuales” es muy amplio, es un campo enorme de análisis y de práctica. Para ser precisos existen tres formas culturales diferenciadas en los medios audiovisuales masivos: Cine, TV e internet, cada uno con su propio “lenguaje”, instituciones, etc(a internet se la define como “multimedia”, pero que es una variante del lenguaje audiovisual). Sería un error hablar en bloque de los tres, por eso en cada momentos vamos a especificar a qué nos referimos, pero elegimos el desafío de hablar de “medios audiovisuales” porque vamos a intentar abordar lo que creemos que son problemas comunes a todos. Esto no es del todo arbitrario en tanto da cuenta también de un momento donde tienden a mezclarse. Por ejemplo Román Gubern (historiador del Cine) afirma que “antes hablábamos de cine y ahora hay que hablar genéricamente, ante la mescolanza de productos y canales de difusión, de audiovisual, como la provincia central y hegemónica de la cultura de masas contemporánea (…) en la que figuran la televisión, el vídeo y la imagen sintética producida por ordenador. ¿Tienen mucho en común? Todas ellas son imágenes móviles que vemos en una pantalla, que es su soporte espectacular. Constituyen, por tanto, un mismo lenguaje, pero hablan diferentes dialectos.[3]” Sin caer en el otro extremo, en la ideología de que habría una “fusión” novísima de los medios audiovisuales, creemos que esta afirmación da cuenta de una tendencia real que es parte de lo que queremos debatir.[4]

Aún así partimos de señalar una distinción entre los dos medios audiovisuales por excelencia: el Cine y la TV. El Cine siempre estuvo considerado como un “Arte”, es decir como vehículo de expresión sensible, característica que se “aceptó” al menos luego de superar el estigma de su nacimiento “popular” como “divertimento de feria” (y este “status” lo conserva aun convertido en industria, aunque como veremos se pone en duda). La TV siempre se la analizó partiendo de que es una tecnología de transmisión y recepción, un “medio de comunicación”, punto de partida también ligado a su nacimiento, donde la posibilidad técnica de la transmisión se extendió antes de que estuviera claro “qué difundir”, y aunque con el tiempo adquirió un “lenguaje característico” inicialmente se la consideró “parasitaria” del cine y la prensa. En este sentido a la TV hubo quienes le negaron en sus inicios, y erróneamente para nosotros, la posibilidad de tener alguna relevancia en el plano estético. Tomando en cuenta hoy a Internet en esta línea de razonamiento, creemos que sería un error pensarla solo como “nuevo medio de comunicación”. Justamente ambos medios, al ser fenómenos de masas, se demuestran capaces de instituir gustos y tendencias, de crear necesidades, esquemas de reacción y modalidades de apreciación, que resultan inevitablemente en cambios culturales, incluso en el campo estético[5] . En el desarrollo del taller entonces, ahí cuando hablemos de “medios audiovisuales” estaremos incluyendo los tres, señalando aquello que consideramos características comunes o que puede englobarlos; caso contrario hablaremos del Cine, la TV, o Internet, especificando. 

Por otra parte Internet ocupa un lugar particular en la actualidad, y por lo tanto en el debate de nuestro taller. Aún es una “nueva tecnología” donde sus instituciones están aun en formación (a diferencia del cine y la tv que se encuentran altamente regimentadas), lo que lleva a pujas entre grandes empresas y estados por su control y regimentación. Nos separamos completamente de las ideologías celebratorias que plantean que es un medio democrático, horizontal y plural, puesto que es un medio en manos de nuevos gigantes de la comunicación y “la cultura”; pero demostraremos cómo dos problemas son fundamentales en este momento de institucionalización: el surgimiento de un sentido común de masas que ataca la idea de propiedad intelectual; y la crisis capitalista que hace surgir nuevas intensiones [6] del uso de esta nueva tecnología en el activismo del Norte de África, Europa y EEUU, teñido de los limites estratégicos del movimiento general, pero que recupera en gran medida muchas preocupaciones del activismo audiovisual del siglo XX.

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El abordaje no va a ser “enciclopedista” sino que vamos a tomar casos puntuales, que permitan sugerir caminos de investigación y desarrollos posteriores, en cuanto a los ejemplos históricos tomaremos aquellos que nos parecen interesantes para nuestro análisis. Presentamos aquí un resumen esquemático y breve de cada encuentro:

>ENCUENTRO 1 / Jueves 22 de Noviembre. 20:30hs. / “EL MONSTRUO DE IMÁGENES”

  • Una introducción al abismal poder del dinero y la imagen en la industria cultural del Cine y la TV norteamericana y su influencia en el mundo.
  • Un ensayo para el debate sobre el lugar actual de internet, como tecnología y forma cultural.
  • ¿Se puede enfrentar este monstruo de imágenes? Ejemplos de expropiación, cooperativización, control obrero de la industria del cine, y la comunicación durante el siglo XX. Problemas y debates.

>ENCUENTRO 2 / Martes 27 de Noviembre. 20:30hs. / “LA IMAGEN CONVULSIVA”

  • Los cineastas de los años ´70 pensaban en “tomar por asalto” la industria del cine y los medios ¿Cuáles son los planteos ahora?.
  • Una introducción al Cine y los medios audiovisuales en la crisis capitalista actual. Experiencias de la “Primavera Árabe” (Egipto), Europa (Grecia, España); y EEUU. Rebeldes, indignados, ocuppis.
  • Nuevas prácticas audiovisuales y multimedia. ¿Qué hay de nuevo, en que se emparentan al pasado?.
  • ¿Qué estrategia para una revolución real, y una revolución formal en el medio audiovisual?

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>ENCUENTRO 1 / Jueves 22 de Noviembre. 20:30hs. / “EL MONSTRUO DE IMÁGENES”

En este encuentro partimos de nuestra “experiencia cotidiana audiovisual”, para constatar cómo la hegemonía del “lenguaje de imágenes” es decisiva en la cultura de masas contemporánea a niveles que sorprenderían incluso a aquellos que analizaron el fenómeno de manera lúcida desde la mitad del siglo XX. La TV con su flujo continuo en cada hogar (con contenido nacional e internacional), la expansión de internet (video online streaming y on-demand, descargas, redes sociales), la publicidad callejera, las nuevas comunicaciones celulares, sumado al entretenimiento del Cine o la utilización audiovisuales en los espectáculos, etc. // Tomando como base las definiciones sobre la cultura de masas y la industria cultural que desarrolló Ariane Diaz en su texto “cultura y capitalismo, un mal caldo de cultivo” nos adentramos en un análisis del lugar que Adorno y Horkheimer le dieron a lo “específicamente audiovisual” en “Dialéctica del iluminismo” (Cine específicamente y TV como naciente) cuando definen la lógica de “la industria cultural” // De igual modo tomamos las definiciones de Umberto Eco en sus “apuntes sobre la TV”, y sus definiciones acerca del surgimiento de una “civilización de imágenes” como hecho ineludible, rasgo que para él es característico de las sociedades totalitarias o paternalistas; y su preocupación acerca del impacto que esto tiene sobre la “reflexión crítica” y el desplazamiento de la letra escrita. // Sobre esa base le daremos contenido concreto al análisis conceptual de la industria cultural y la cultura de masas, analizando la industria del Cine y la TV norteamericanas para ver el nivel de conciencia que el departamento de estado, los banqueros y productores de Hollywood tienen desde el inicio del siglo XX hasta nuestros días de la importancia, no solo económica, sino cultural, ideológica de los medios audiovisuales, inicialmente el Cine, pero luego la TV y ahora internet. Con citas y ejemplos, datos específicos, y tomando análisis de libros y estudios concretos. // La expansión del americanismo, el problema de la hegemonía norteamericana y la difusión del “American way of life” por medio del Cine y la TV, como avanzada de la expansión imperialista. // (AOL/Time Warner Inc. / General Electric y Vivendi / News Corporation / Viacom / Walt Disney) // Veremos como el nivel del poder y el dinero de la industria cultural lleva a un crítico norteamericano a plantearse que solo una acción “al nivel de la Revolución Rusa” podría frenar su capacidad de imponerse a nivel mundial //

En el análisis de internet, expondremos un ensayo para el debate: tomaremos puntualmente algunos conceptos de Raymond Williams quien estudió de manera profunda las relaciones entre “tecnología y cultura”, para ensayar “el lugar que tiene internet” en este momento. ¿Cuál es la relación entre la democracia y el control de este nuevo medio? ¿Qué tensiones recorren el uso de esta nueva tecnología en el activismo del Norte de Africa, Europa y EEUU?

Por último, expondremos algunas de las alternativas que se plantearon al desarrollo de la industria cultural actual, cuando a lo largo del Siglo XX y al calor de los procesos revolucionarios más profundos la relación entre cine y capitalismo fue puesta en cuestión. // Una introducción a la experiencia en dos procesos revolucionarios profundos: La Revolución Rusa, y la Revolución Española. Y dos planteos teóricos y programáticos: El de los estados generales del Cine en el Mayo Francés, y el programa radical para la Nacionalización de la industria del cine desarrollado por la Asociación de trabajadores de Cine, TV y técnicos en Inglaterra durante 1971.

Tras más de 100 años de desarrollo primordialmente capitalista del Cine (y luego la TV), no hay que olvidar que en “el primer Cine” del período entreguerras mundiales tuvo dos grandes polos concentrados: el norteamericano y el soviético, que queda trunco como posible experiencia innovadora sofocado por la burocratización de la URSS (abortando así posibles desarrollos alternativos de la nueva tecnología, que habían sido imaginados por sus primeros referentes, y que aun así marca históricamente el lenguaje audiovisual) // ¿Cómo fueron los decretos de nacionalización de la industria del cine y la fotografía, y la creación de la primer escuela de Cine en el mundo en la URSS? Desde la toma del poder en octubre de 1917 hasta el decreto pasaron casi dos años de pujas entre los intereses privados y públicos sobre el Cine // La organización de los barcos de agitación, los cine-tren y las películas de alcance internacional //

Otro proceso revolucionario que conmocionó la industria del cine fue la Guerra Civil Española. Fue colectivizada la industria, la producción y la exhibición. Pero eso llevó a discusiones muy interesantes sobre “qué proyectar”, qué hacer con films norteamericanos, qué tipo de películas producir y subvencionar, qué tipo de organización debían tener los realizadores, actores y productores, quién y cómo controlaba los Cines. El documental Celuloide Colectivo cuenta esta historia a través de sus protagonistas. //

En los años ´60 y ´70 nuevos procesos de la lucha de clases recorrieron el mundo. En Francia, mayo de 1968, la profesión cinematográfica se sumó al Mayo Francés. Surgieron así los “Estados Generales del Cine Francés”, sus convocatorias proclamaban: “ya sea Ud. técnico, intérprete, crítico o espectador, si quiere la REVOLUCIÓN, por, para y en el CINE, venga a militar a los ESTADOS GENERALES DEL CINEMA”. El “proyecto 4″, es considerado el más radical y tildado como “utópico”, impulsado por Claude Chabrol y Marín Karmitz, presentaba un plan de reorganización total de “la industria”, la realización y el aprendizaje del medio auiovisual //

La Asociación de trabajadores de Cine, TV y técnicos afines analiza la situación de la industria del cine en Inglaterra en 1971. Ellos plantean que se encuentra en crisis producto del dominio capitalista del sector. Monopolios, tanto nacionales como extranjeros, desinvierten en el sector, cierran estudios, precarizan el trabajo, generan desempleo, todo esto porque para ellos la producción cinematográfica es un simple negocio. La Asociación cuestiona esta situación y elabora un programa para darle una salida. Este programa luego es votado en un congreso de varios gremios que lo apoyan. // ¿Cuál era su caracterización? ¿Qué entienden por “propiedad pública”? ¿Por qué se plantean el “control obrero”? ¿Por qué plantean expropiación sin pago? //

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 >ENCUENTRO 2 / Martes 27 de Noviembre. 20:30hs. / “LA IMAGEN CONVULSIVA”

En este encuentro abordaremos en concreto la “divulgación” de qué está pasando en concreto en los practicas audiovisuales en los procesos de: Egipto y la “primavera árabe”. Grecia y las imágenes de la crisis. Ocuppy Wall Street, Ocuppy Cinema. Indignados en España. Estudiantes de México y Chile // Con fragmentos audiovisuales proyectados. // Con la “divulgación” de estos ejemplos planteamos abrir el debate en la charla //

Los nuevos tiempos para el cine y los medios audiovisuales se están configurando en el marco de una crisis capitalista mundial que ya lleva cinco años, provocando nuevos realineamientos geopolíticos, nuevos fenómenos de la lucha de clases, movimientos juveniles, que han puesto fin al triunfalismo burgués que acompañó la ofensiva neoliberal. // Esta situación convulsiva se dá en un momento en que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha transformado las formas de producción y difusión audiovisual. Teléfonos celulares, cámaras digitales de distintos formatos, páginas web, blogs, redes sociales, tablets, laptops, proyectores portátiles, etc. son herramientas que tienen un uso extendido y se combinan para promover distintas experiencias audiovisuales. // Internet es el canal nuevo ante la enorme institucionalización y regimentación de los dos grandes medios audiovisuales de masas: el Cine y la TV

¿Los distintos procesos de la lucha de clases, protagonizados por un nuevo movimiento juvenil y nuevos sectores de las clases trabajadoras, vienen influenciando y quizás transformado los medios audiovisuales? Las experiencias son variadas y particulares en cada país, pero a su vez mantienen muchos puntos en común. // No solo las transmisiones en vivo o las redes sociales se utilizan como “medio”, sino que las producciones de ficción y documental dan cuenta de la nueva realidad y resurgen formas de producción colectiva que cuestionan las estructuras dominantes. // Podremos ver que los medios de comunicación audiovisual son cuestionados por su accionar,//En Festivales importantes se dedican secciones a la “primavera árabe” y a la crisis griega. Además de estas características generales se dan fenómenos particulares en cada lugar que veremos con ejemplos.

Por último un ensayo para el debate: ¿Existe alguna relación entre las preocupaciones actuales de los nuevos “activistas audiovisuales” y las que tenían los realizadores audiovisuales que intervinieron en las Revoluciones del Siglo XX? ¿Qué puntos comunes y cuáles diferencias? Los cineastas de los años ´70 pensaban en “tomar por asalto” la industria del cine. ¿Cuál es la perspectiva que se plantea hoy? ¿Los medios alternativos son un fin en sí? Los debates actuales en el ámbito del cine y los medios están cruzados por los mismos debates y limites del movimiento en general // En la historia del cine encontramos muchas definiciones en diferentes épocas “cineastas revolucionarios”, “cineastas militantes”, “videoactivistas”, “cineastas de intervención”, “cineastas políticos”. ¿A qué se refiere cada una? ¿Cuál nos identifica? Sobre estos temas debatiremos en el taller.

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>NOTAS AL PIE:

(1) Raymond Williams, toma esta idea en su libro “La política del modernismo, contra los nuevos conformistas”. Mientras intenta volver sobre las afirmaciones y posiciones de la izquierda a principios del siglo XX respecto del audiovisual, lo hace tras la afirmación de que, guste o no, lo que hubo es décadas y décadas de un “desarrollo primordialmente capitalista del Cine” y entonces hay que discutir primero sobre eso, pero recordando que aunque “en cierto sentido, entonces, el camino a Hollywood estaba escrito”, “aún es importante recordar que la única otra forma organizativa capaz de hacer uso semejante de las oportunidades del primer cine fue la corporación estatal comparablemente concentrada del ‘socialismo realmente existente’” / Nota nuestra: Para nosotros el camino de Hollywood no estaba escrito, y fue la estalinización (o sea la reacción y contrarrevolución) la que imposibilitó el desarrollo alternativo de la “forma cultural” del Cine.

(2) Perry Anderson postuló su famosa tesis, respecto de las características de lo que le llamó “el marxismo occidental”: un marxismo que se desplazó en el eje de sus debates hacia los problemas culturales, artísticos, del lenguaje; diferenciándose del marxismo clásico de principios de siglo XX, de Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo e incluso Gramsci que se posicionaban desde lo que (nosotros) hoy llamamos “marxismo estratégico”, preocupado por los problemas teóricos y prácticos de la revolución, la economía, la lucha de clases, el partido revolucionario. Nos preguntamos también si ¿Es posible el ejercicio de volver sobre problemas culturales, del cine, la comunicación, pero desde el punto de vista de un “marxismo revolucionario” que es lo que nosotros vemos necesario desarrollar hoy? Opinamos que como mínimo el ejercicio es un gran desafío puesto que los debates sobre las nuevas tecnologías de la comunicación, donde el audiovisual es hegemónico, la cultura multimedia, etc. están en boga entre las nuevas generaciones de jóvenes activistas.

(3) La cita completa de Román Gubern dice: “Por consiguiente, antes hablábamos de cine y ahora hay que hablar genéricamente, ante la mescolanza de productos y canales de difusión, de audiovisual, como la provincia central y hegemónica de la cultura de masas contemporánea. En rigor, habría que hablar de audiovisual incluso cuando se evoca al viejo cine mudo, porque se exhibía habitualmente con acompañamiento musical de un pianista o de una orquesta en la sala. De modo que la Galaxia Lumiere, que nació a finales del siglo XIX como derivación del invento de la instantánea fotográfica puesta al servicio del principio de la Linterna Mágica, se ha convertido cien años después en una densa constelación electrónica, fecundada por la Galaxia Marconi, en la que figuran la televisión, el vídeo y la imagen sintética producida por ordenador. ¿Tienen mucho en común? Todas ellas son imágenes móviles que vemos en una pantalla, que es su soporte espectacular. Constituyen, por tanto, un mismo lenguaje, pero hablan diferentes dialectos.” (El eros electrónico)

(4) En realidad hay que pensar que si existe un freno a “la mezcla” de todos los medios pensada en sentido positivo (expansión de las posibilidades de producción y difusión, formas realmente democráticas de la comunicación, renovación del lenguaje audiovisual, etc.) es la propia industria cultural y sus intereses capitalistas lo que la frena, buscando todos los pasos (y retrasos) para que tal fenómeno, en caso de darse, se haga en favor de sus intereses económicos y políticos. Es la industria cultural la que mas osifica las instituciones especificas actuales de cada medio.

(5) Esta idea de la fuerza de cambio cultural y estético de un nuevo medio de comunicación y tecnología como la TV está muy bien desarrollada en el influyente libro “Apocalípticos e integrados” de Humberto Eco, capitulo de “apuntes sobre la TV”, en debate sobre las diferentes concepciones de análisis del fenómeno televisivo en expansión, tras un simposio donde el autor había participado y según él “todos hablaban de cosas distintas”.

(6) Raymond Williams, fue quien investigó de manera profunda la relación entre “tecnología y cultura”. En su libro “Televisión, tecnología y forma cultural” desarrolla el concepto de “intensión” como el propósito para el cual puede haber sido creada una tecnología por las clases dominantes (o apropiarse de un nuevo invento para un determinado propósito económico y político), pero desarrolla la idea del surgimiento de “nuevas intensiones de uso” por otras clases o capas sociales, que en un proceso de lucha moldean la “forma cultural” del nuevo medio. Si bien su análisis es más bien relacionado a una idea de “grupos de presión” en una sociedad realmente democrática. Su perspectiva inicial con cierta base “marxista académica” es inspiradora para pensar esto relacionado a la lucha de clases y la revolución social. Sus conceptos serán tomados de manera crítica en el primer encuentro.

Documental social y nuevas tecnologias

A lo largo de la historia del cine documental, los cambios tecnológicos produjeron transformaciones importantes tanto en la realización, como en la distribución y en la recepción del público. Especialmente el documental social y político, y aquel particularmente ligado a las luchas populares, necesitaron apropiarse de las innovaciones tecnológicas que permitieron ampliar su producción y difusión.

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En los años `50, la aparición de cámaras livianas con un sonido sincrónico portátil, brindaron la posibilidad de profundizar el registro directo. Con el nombre de cinema verité o cine directo, se buscó seguir la acción allí en donde se sucedía. La cámara se convirtió en observador activo y aportó a una investigación y búsqueda libre para la construcción del relato documental. Esta tecnología liviana despertó nuevas búsquedas formales tanto en el cine de ficción como en el cine documental, y fue también la que permitió una enorme producción de documental social y político a nivel mundial, en las décadas del `60 y `70.

Las décadas que siguen encuentran nuevos cambios tecnológicos, con la masificación de la televisión y luego la aparición de las cámaras de video más accesibles. La producción de documental en video multiplicó la cantidad de realizadores, se sumaron nuevas temáticas, y a su vez, comenzó un nuevo camino de distribución por medio de las videocaseteras, que permitieron tanto la organización de proyecciones independientes con pocos recursos, como también la difusión para proyecciones hogareñas.

A comienzos del 2000 las nuevas cámaras digitales de video y fotografía, junto a  la posibilidad de armar islas de edición digital, ampliaron la producción documental. Un ejemplo en nuestro país, fue el surgimiento de nuevos grupos y documentalistas, que al calor de las movilizaciones que se sucedieron a partir de diciembre del 2001, se propusieron plasmar en imágenes esa nueva realidad.

Pasada menos de una década, actualmente, se está desarrollando una importante “explosión” tecnológica para el registro directo en video digital, desde nuevos modelos de cámaras, celulares que pueden registrar imagen y sonido con una calidad antes impensada, cámaras de fotografía digital que filman en alta definición, y nuevas posibilidades de edición en computadoras de uso corriente. Este rápido desarrollo promueve el trabajo de más documentalistas, y a su vez, impulsa a un registro directo masivo de uso particular como no había pasado con los anteriores cambios tecnológicos. Nuevos actores sociales se disponen a contar sus vidas y sus historias, aun de manera fragmentada y breve, aprendiendo y transformando el lenguaje audiovisual.

Sumado a esto, la última renovación en el campo de los recursos y la difusión audiovisual es el uso del video por Internet. Esta modalidad ya alcanza a millones de usuarios a nivel mundial en constante expansión. Canales gratuitos de alojamiento de videos como youtube, dailymotion, megavideo, entre otros, junto a la posibilidad de transmisión en vivo (livestream, ustream, etc.) están transformando los “usos y costumbres” de la producción y difusión audiovisual digital. Como en otros momentos, el conjunto del cine asumirá los cambios tecnológicos, recreando el lenguaje audiovisual, generando grandes cambios culturales, en las costumbres de hacer y ver films. Pensemos en esto: “Cuando se inventaron las películas a fines del siglo XIX, la mayoría de los films duraban menos de un minuto, debido a las limitaciones de la tecnología. Poco más de cien años después, cuando se introdujeron los videos de la red, también se hacían cortos, pero por motivos sociales tanto como técnicos.” Una afirmación interesante de un artículo de The New York Times, que luego desarrolla cómo se rompe la barrera de “ver videos cortos en la web” y cada vez se ven más largos, hasta films enteros; al mismo tiempo que las descargas de video y música decaen para ser remplazadas por la transmisión de video y música online (streaming).

Esta renovación tecnológica está influyendo en toda la producción cinematográfica, y en forma particular en la producción de cine documental social y político. La búsqueda de material de archivo “bajado” de la web es cada vez más común. Ejemplos como el film “Iraqui Short Films”, un documental sobre la guerra de Irak realizado íntegramente con material bajado de Internet, premiado y reconocido a nivel mundial, muestran la extensión del uso de este recurso. En este caso, se utilizaron registros propios de soldados en Irak tomados con celulares o pequeñas cámaras, este “registro directo particular”, difundido por Internet, fue la base del “archivo” para este documental.

En otro aspecto, la difusión por medio de páginas web, blogs, o páginas de descarga directa viene ampliando la posibilidad de difusión de material documental. Un ejemplo propio fue la difusión del documental “Ellos se atrevieron, la Revolución Rusa de 1917”, que contó en funciones de estreno más de 3000 espectadores y una venta de 2000 dvd´s, pero la mayor cantidad de público son las 40.000 vistas vía youtube, las descargas directas y links en blogs y páginas, con espectadores de todo el mundo (en una distribución motorizada por los espectadores).

La posibilidad de “interactividad”, de saber la repercusión que tienen las imágenes documentales, de construir un ida y vuelta con los protagonistas, la relativamente libre difusión de la producción audiovisual en un medio poco legislado aún, ofrece muchas posibilidades a explorar por el conjunto de los realizadores audiovisuales y especialmente para los documentales “de intervención”, para las realizaciones que apuestan a contribuir con la transformación social.

En los últimos tiempos, la crisis del capitalismo mundial comienza a repercutir de diferentes maneras. El golpe de estado en Honduras y la emergencia de la resistencia popular, importantes ejemplos de lucha como la de los trabajadores de la multinacional Kraft en Argentina contra los despidos y en defensa de su organización sindical, nuevos métodos de lucha como las tomas de fábrica en Francia o revueltas juveniles como en Grecia, todos estos nuevos emergentes sociales se apropian de las nuevas tecnologías de registro audiovisual, y utilizan Internet para su difusión; a su vez los documentalistas registramos estos sucesos con nuevas herramientas y nuevas formas.

Sumado a las proyecciones en salas, y en espacios alternativos, a las ediciones independientes de dvd´s, y a la búsqueda de acceso a los medios masivos; la utilización de Internet como medio de difusión audiovisual aporta a reforzar el rol y el sentido de un tipo de documental que se propone intervenir en la realidad social.

Hace más de treinta años los integrantes del colectivo Cine de la Base explotaban al máximo la tecnología que tenían a su alcance con el fin de llegar cada vez más a difundir sus ideas entre los trabajadores. Filmaban y montaban celuloide con carácter “urgente” y bajo condiciones de clandestinidad, ponían un pesado proyector en el auto y salían a los barrios para proyectar rápidamente sus imágenes. Con la aparición del video, Nerio Barberis, uno de sus miembros reflexionaba: “En un momento estábamos trabajando en un noticiero sindical. Decí que no existía la tecnología del video en ese momento, porque lo que hubiéramos podido hacer con el video…“.  Imaginemos entonces lo que podemos hacer con la tecnología a nuestro alcance, los que reivindicamos la historia del Cine de la Base y todos los documentalistas comprometidos con las luchas populares no podemos dejar de renovar permanentemente nuestros medios.

Si bien esta renovación tecnológica amplía las posibilidades de los realizadores independientes, la difusión masiva de la imagen audiovisual está en manos de grandes monopolios capitalistas que inundan día a día todas las pantallas (cine, TV, Internet, etc.) en función de defender los intereses de su clase. Mientras no descansamos en producir y difundir nuestras imágenes, no podemos dejar de apuntar al principal objetivo: lograr la verdadera democratización de la producción y difusión de la imagen audiovisual. Como hace tres años demostró la lucha del pueblo de Oaxaca, en México, con la toma de las radios y el canal de televisión, es necesario continuar ese camino hasta expropiar a estos monopolios de la comunicación y ponerlos a funcionar bajo el control de los realizadores, los trabajadores audiovisuales y el público trabajador y popular. 

Una nueva experiencia: www.tvpts.tv 

A partir del 24 de marzo de 2009 comenzó a transmitir tvpts.tv, un canal de TV por internet impulsado por el PTS (Partido de Trabajadores Socialistas) y miembros del grupo Contraimagen; que reúne documentalistas, realizadores y periodistas para producir diferentes programas y contenidos. La idea surge a finales del 2008, en los comienzos de una crisis económica mundial que anuncia tiempos convulsivos por venir. Con este panorama, el objetivo es utilizar lo ultimo de la tecnología para difundir ideas revolucionarias, mostrando lo que los grandes medios ocultan y transmitiendo una posición desde la izquierda.

Desde el mes de marzo se están produciendo contenidos para ocho programas, coberturas diarias e informes especiales. La producción abarca programas de actualidad, debates en vivo, programas especiales sobre la mujer, históricos, sobre cine documental, política internacional, y un amplio seguimiento de las luchas de los trabajadores. Al calor de los hechos más destacados de la realidad se impulsaron dos Blogs temáticos especiales concentrados en la producción y difusión audiovisual, estos fueron: “En Honduras no pasaran” y “Dígale no a Kraft-Terrabusi”, que atrajeron la atención de los protagonistas que se sumaron a participar en ellos enviando videos, imágenes y miles de mensajes.

Para quienes impulsamos esta iniciativa el trabajo consiste en un continuo aprendizaje y experimentación en un terreno donde no existen experiencias previas, pues el cambio tecnológico y cultural se está operando. En las diferentes producciones encontramos la diversidad que expresan los realizadores: mirada documental con registro directo, animaciones, informes especiales apoyados en el montaje, historias de personajes, informes periodísticos, programas televisivos.

Las nuevas tecnologías traen consigo nuevos códigos y es necesario incorporarlos y hasta inventarlos, y a su vez presentan a cada paso nuevos problemas a resolver. La “interacción” permite también una relación con el público, con el chat online, comentarios sobre los videos y la posibilidad de reenviarlos, se construye también un medio colectivo, en donde está permitido “apropiarse” de la producción si el objetivo es difundirla y ampliarla.

Los integrantes del grupo Contraimagen venimos realizando trabajos documentales desde 1997, a través de distintos formatos y estilos intentamos aportar a la crítica revolucionaria de este sistema. Mientras seguimos produciendo películas que puedan recorrer salas, muestras y circuitos alternativos, sumamos también esta nueva pantalla para multiplicar por miles los ojos que puedan abrirse a la realidad. Trabajar con nuevos medios, aportar a las luchas, difundir las ideas revolucionarias, es también una forma de fortalecer la pelea para que los medios de producción y difusión audiovisual estén en manos de los trabajadores.

Los tiempos cambian, los formatos se transforman, pero una vez más es la lucha de clases la que despertará la imaginación y convocará a más y más documentalistas a apropiarse de nuevas tecnologías para aportar con creatividad no sólo a mostrar las infinitas historias que merecen ser contadas, sino también a buscar transformar el mundo.

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Documentales sin patron

Argentina, crisis económica y movilizaciones populares en diciembre del 2001. Neuquén, “una fábrica sin patrones”, no podía menos que llamar la atención de miles de personas y, entre ellos, por supuesto, decenas de documentalistas.

La experiencia de los trabajadores de Zanon se constituyó en una respuesta concreta a la crisis capitalista argentina, en un ejemplo de cómo la clase obrera puede dar una salida propia. A lo largo de los distintos documentales realizados se recorren importantes momentos de esta lucha. Volver a verlos hoy, recordarlos, proyectarlos y difundirlos tiene la importancia de mantener y multiplicar la vigencia de esta historia.

En octubre del 2008, y en medio de una crisis económica del capitalismo mundial, histórica, que traerá miseria para millones de personas (de eso se habla cuando se dice “recesión internacional”) y también cierres de fábricas con miles de despidos, la experiencia de Zanón es inspiradora. Plantada en Neuquén como una trinchera que quedó del “ya viejo”  2001 argentino, podemos apostar a que sea “un recuerdo del futuro”, una respuesta posible a la crisis capitalista, por eso difundir y seguir registrando esta experiencia es una apasionante tarea para los documentalistas.

Desde 1999, cuando comenzó el proceso de reorganización obrera en Zanon (cuando “Luigi” tenía su propia dictadura en la fábrica), la producción audiovisual ya acompañaba cada etapa de la lucha de los trabajadores ceramistas.

Los primeros partidos de fútbol en donde comenzaban a conocerse y planeaban cómo organizarse, ya fueron registrados por los propios obreros…

“Hay compañeros nuestros que empezaron a registrar, por ahí sin imaginarnos la importancia que iban a tener esas filmaciones, tanto en el laburo social que tuvimos que hacer en un primer momento, en los torneos de fútbol que hacíamos, como también compañeros que filmaron la asamblea de Cutral-co en donde empezamos a torcerle el brazo a la burocracia sindical, fueron momentos importantísimos, y hoy tener esas imágenes es un registro que nos refresca la memoria… sobre todo que la podemos compartir con otros trabajadores que están en la misma instancia… se ven reflejados y eso es lo más importante..” A. Lopez

Con las primeras experiencias de lucha se dieron origen los primeros trabajos documentales, en aquellos años en que “Zanon, todavía no era Zanon”. En el año 2000 se realiza “9 días de huelga en cerámica Zanón”, una producción de Contraimagen, filmada en Neuquén y editada en Buenos Aires. En su momento fue la única cámara que apuntó a registrar esta experiencia, y luego esas únicas imágenes de archivo se verán presentes en casi todos los trabajos documentales posteriores. En los comienzos de la historia, los primeros piquetes, las primeras asambleas, los primeros cortes de ruta, nacen los primeros trabajos documentales, y como se ve en “9 días…” los mismos trabajadores saludan y agradecen a los realizadores su presencia y apoyo en la lucha.

“…la idea de filmar llega de la mano de las organizaciones de izquierda, que tienen su equipo de documentalistas, nos llamó la atención de cómo registraban y cuál era la utilización que se le estaba dando, y entendimos que una gestión obrera o un sindicato tiene que tener también su propio equipo de filmación. La semilla de los primeros registros del 99/2000 prendió… En principio filmar en Zanon sirvió para los compañeros sacarse una inhibición sobre una cámara o sobre compañeros que estaban filmando, entender que estábamos haciendo algo en donde había que dar la cara, para los trabajadores, después ya pasaba desapercibida la cámara.…” C. Moya

“Tiene un valor documental enorme…mostrar haciendo el fondo de huelga, yo creo que nos trae un buen recuerdo, y una buena lección para que lo vean todos los obreros de Zanon, de cómo empezamos toda esta historia…el valor que tiene poder mirarnos retrospectivamente y ver hacia adelante es muy importante, muestra de alguna manera lo que es la conciencia, que no hay una conciencia rígida que se conquista de una vez y para siempre, sube y baja, ahora lo que sí queda que tiene un gran valor es la gente organizada, muchos compañeros se hicieron militantes revolucionarios, otros se hicieron coordinadores dentro de la fábrica, dentro de la gestión obrera y tomaron responsabilidades, eso fue lo que ha ido cambiando, y lo que está bueno es cada tanto ver de nuevo atrás, esas habladas arriba de la caja de una camioneta, con un megáfono que andaba más o menos, con los redoblantes y bombos que no pegábamos una nota, banderas hechas con letras a mano alzada… ha cambiado mucho, por eso esta bueno ver los viejos documentales para ver de dónde uno viene…” R. Godoy.

“…se empezó a ver la importancia que tienen estas filmaciones…Los compañeros plantean que cuando entra un compañero nuevo hay que pasarle los videos de cuando empezamos a cortar la ruta, cómo empezamos a hacer las asambleas,  y cómo sirve también porque un video también es un espejo, y uno ve cómo se le va transformando la cabeza…” A. Lopez

A partir del 2002, con la experiencia del control obrero, Zanón empezará a ser la fuente de inspiración de decenas de trabajos documentales, cortos o informes. “Zanon, escuela de planificación” realizado por Contraimagen/Ojo Izquierdo es el primer trabajo que apunta a dar a conocer el nuevo funcionamiento de la fábrica. Mediante entrevistas a los trabajadores y un detallado registro de la producción, sumado a los testimonios de los distintos sectores que se suman a apoyar la lucha, trabajadores de todo el país, Madres de Plaza de Mayo, todo se integra en este primer trabajo que tiene el objetivo de aportar a difundir ampliamente esta lucha. Zanon ya no está sola, luego de diciembre del 2001, este documental muestra como distintos sectores populares se suman para fortalecer este camino.

“Hubo una explosión de lo que fue el pos 2001 de la llegada de documentalistas no sólo regional, nacional, sino también a nivel internacional … En algunos casos eran de lo que ellos habían denominado el “turismo revolucionario”, venían a reflejar el “folklore” social, otros venían más interesados en conocer el proceso, y otros venían también con una actitud más militante, a mostrarnos procesos de otros lugares y a producir un material para poder discutir con la gente… de alguna manera eso es lo que uno más valora, al que se compromete, que no sólo filma y después muestra como parte de una obra,  sino el compromiso militante de muchos compañeros, que en muchos casos se arriesgaban al lado nuestro, que estaban en un piquete todo una noche, o que se comían un corte de puente y tener la gendarmería enfrente, y nunca se cruzaron de bando para filmar mejor, siempre estuvieron de este lado, entonces ese compromiso militante no sólo con la cámara en la mano, sino de llevar la experiencia a otros obreros y decirles mirá como hicieron acá… yo creo que ese es el que tiene más valor, el más genuino… yo creo que hicieron cosas espectaculares, poniendo su sensibilidad al servicio de la lucha, parece que eso se colara en el lente no, la sensibilidad de cada uno, cómo filma y en qué lo va a usar, yo creo que se nota…” R. Godoy

El 8 de abril del 2003 una masiva movilización de más de 5000 personas rodeó la fábrica e impidió que se concrete la amenaza de desalojo. Este hecho fue filmado y fotografiado por gran cantidad de realizadores, que luego incorporaron este capítulo en sus distintos trabajos.

“Mate y Arcilla”, realizado por Ak Krak y Alavío, es también uno de los primeros trabajos realizados para difundir la gestión obrera. Al comienzo, una movilización en la embajada Argentina de Berlín muestra la solidaridad internacional que comienza a despertar la lucha ceramista. El proceso de producción se va descubriendo con todo detalle, se muestra la solidaridad mutua con el pueblo mapuche y la creación de los nuevos modelos de cerámicos con sus motivos, las entrevistas comienzan a dar cuenta de las distintas vivencias y experiencias individuales, la relación con la familia o el cambio en la conciencia. Tiene un lugar importante la preparación cuidadosa de la seguridad y la movilización del 8 de abril. Las primeras reflexiones personales muestran también lo profundo del cambio que se está gestando. Uno de los trabajadores aporta una reflexión y describe cómo los ceramistas prestan atención tanto a la “pata productiva”, como a la “pata política” y destaca que ese es el “secreto” para sostener Zanon.

Otro trabajo realizado en esta fecha es “Zanon es del Pueblo” de Contraimagen / Ojo Izquierdo, un corto sobre la jornada del 8 de abril. Como en los trabajos anteriores, los realizadores que son parte de esta experiencia desde sus comienzos, dan cuenta con sus imágenes que esta historia se cuenta “desde adentro”. La justicia, las fuerzas policiales y todo el poder no pudieron pasar por arriba de los obreros ceramistas y  toda la enorme solidaridad que despertaron en la comunidad. Un formato de informe se combina con la búsqueda de la reflexión, todos los protagonistas de esta jornada quedaron registrados, y   las elección de finalizar con las palabras de Raúl Godoy “Estamos orgullosos de los obreros de Zanon que decidieron resistir con lo que sea necesario…estos son los obreros por los que vale la pena jugarse…se tuvieron que guardar la policía en los cuarteles porque acá estaba la gente…es el momento de salir a la ofensiva…vamos por todo…vamos a poner esta fábrica al servicio de la comunidad…” y Alejandro Lopez “…Ahora vamos por nuestro proyecto, porque somos ambiciosos… fuimos desde una comisión interna por un sindicato, luego por la fábrica y ahora por una sociedad más justa para todos los trabajadores…” trasmiten una fuerza especial para terminar un trabajo que recorrerá cientos de espacios de lucha y organización con el objetivo de seguir ampliando el apoyo a esta experiencia.

En el año 2004 se estrena “Fasinpat” de Daniele Incalcaterra, esta película también se articula alrededor de la amenaza de desalojo y la respuesta generada por los obreros y la comunidad. A lo largo del documental se va descubriendo con un registro directo en asambleas o charlas entre los propios trabajadores, las distintas opiniones sobre la coordinación, la solidaridad, la historia de la lucha, las pequeñas anécdotas. No hay entrevistas especiales, los testimonios van surgiendo del propio registro de los hechos. Se muestra mucho la asamblea, el debate entre los trabajadores, los dirigentes se muestran ahí mismo. A partir de la preparación para enfrentar el desalojo se van contando los distintos aspectos característicos de la historia.

La cámara sigue toda la experiencia y logra registrar momentos de gran importancia como la asamblea previa al 8 de abril, en donde los trabajadores expresan su fuerza y convicción en enfrentar todo lo que sea necesario. Un compañero dice “yo ya estoy re podrido…somos obreros dignos…prefiero morir peleando que morirme en mi casa muerto de hambre…”.

“… me impactó muchísimo cuando ví “La Batalla de Chile” sobre el proceso revolucionario de los años 70, y veía los testimonios de muchos compañeros, y está casi calcado…acá cuando Lorenzo dice que “ya está cansado, que ya habló con su familia y prefiere morir de pie que muerto de hambre…” que aparece en Fasinpat, es igual al testimonio de un obrero chileno que decía que el había hablado con su familia y que tenía la decisión tomada de defender esa fábrica como sea…se repite el proceso histórico de alguna manera… y esas cosas son impactantes “ R. Godoy

Los hechos que se vivieron en esos días fueron de gran importancia y todos los documentalistas allí presentes lograron transmitirlo. La historia impactó en los realizadores y todos ellos buscaron las formas de mostrarlo, además de los trabajos citados se realizaron otros cortos e informes, la experiencia de Zanon ya había ampliado enormemente su influencia y cada vez más cámaras apuntaban a mostrarla.

Durante esos meses también se estrenó la película “La Toma” de Naomi Klein y Avi Lewis. En este documental Zanon es una de las distintas historias de las fábricas recuperadas. Está presentada como un referente, “la veterana del movimiento”. Un rasgo distintivo es que logra entrevistar a Luis Zanon, las palabras del empresario sentado cómodamente en su refinado escritorio y afirmando que espera recuperar su fábrica, mientras reivindica su amistad con Menem, refuerzan la simpatía por los obreros y su lucha. Otro aspecto que destaca la película es la relación con la comunidad, mediante entrevistas en farmacias, peluquerías, ferreterías de Neuquén se descubre como Zanon se ha convertido en una verdadera causa popular. Además a través de una historia personal se aborda el tema de la participación política. La vida de Maty, obrera de Zanon, y su familia, muestran los choques y contradicciones entre la “vieja política” y las nuevas generaciones que comienzan a ser parte de nuevas experiencias de lucha.

La participación de realizadores extranjeros en “Mate y Arcilla”, “Fasinpat” y “La Toma” aportó también a dar más difusión internacional.

“…para nosotros ha sido fundamental, porque hay trabajadores que quizá nunca vamos a conocer, trabajadores de Italia, de España, de Brasil, Venezuela, en todos los lugares en donde se ha dado, pero esos trabajadores cuando vieron las películas y dieron el debate acerca del control obrero en una fábrica, acerca de la organización, hicieron el debate en base a lo que vieron, y producto de todo este trabajo fue que se hizo un lazo de coordinación entre trabajadores, eso es espectacular, y eso se ha logrado justamente con el registro que se ha venido llevando adelante…” A. Lopez

Durante el año 2006 se estrena el documental “No retornable” de Damian Parisotto y Sebastián Cásceres, dos jóvenes realizadores cordobeses. A través de distintas entrevistas se recompone la historia y el presente de Zanon. Los archivos de las primeras luchas se van intercalando con el relato actual. Los más importantes momentos y debates que cruzaron esta experiencia, como también las historias personales, todo está presente en “No retornable”. Además, fragmentos de la película italiana “Los compañeros” van acompañando cada etapa como un espejo, los trabajadores italianos desatan una huelga, debaten en asamblea sobre quién es realmente el dueño de la fábrica, y enfrentan la represión. Este elemento, sumado a la presencia de una canción de la guerra civil española que denuncia la explotación laboral, aportan la idea de universalidad, generalizan la experiencia de los obreros ceramistas, como una experiencia histórica más de la lucha de clases.

Entre el 2005 y 2006 también se realizan dos documentales en donde Zanon es parte de un “capítulo”, una historia más de distintos elementos de resistencia de nuestro país. “La dignidad de los nadies” de Pino Solanas y “Bialet Massé, un siglo después” de Sergio Iglesias.

Por último, y por ahora, en el año 2008 se estrenó “Corazón de fábrica” de Virna Molina y Ernesto Ardito. Este documental, que tiene un cuidadoso tratamiento de la imagen, denota a su vez que los realizadores tomaron contacto con Zanon una vez ya muy avanzado el proceso, y por esto mismo, sumado a una elección propia, la mirada pone el eje en aspectos de organización interna, relegando o devaluando importantes aspectos de la “pata política”, como la intensa experiencia de coordinación con otros trabajadores, movimientos de desocupados, pueblo mapuche, estudiantes, o el trabajo con la comunidad, presentes en muchos de los trabajos realizados durante los años más agitados de la lucha. A su vez pone el énfasis en remarcar un único personaje, cuya destacada presencia en el documental no deja espacio a todos los protagonistas que a cada paso fueron actores clave en la lucha de Zanon. En este aspecto también, el contraste con el resto de los trabajos es significativo.

Muchos más trabajos audiovisuales fueron realizados en todos estos años, con registro directo realizado por los trabajadores, cortometrajes, videoclips, spots, documentales, noticieros, en fin todo tipo de producciones nacionales e internacionales, convierten a Zanon en la lucha obrera más cinematográfica de la historia argentina.  Es verdad que coincide el tiempo histórico con las nuevas tecnologías, pero también es verdad que sólo los grandes hechos históricos ganan la atención de tan variados realizadores.

“Todos los trabajos que han hecho compañeras y compañeros, para nosotros han sido una herramienta para difundir en que situación estábamos los trabajadores, las reivindicaciones por las que estábamos peleando y sobre todo dar a conocer, sobre todo hacia otros trabajadores. Nos parece que ese fue y es el objetivo central, y hasta ahora consideramos que se ha cumplido…Yo creo que no tomamos dimensión de todo el trabajo que se está haciendo, que se hizo, porque realmente se está registrando parte de nuestra historia.” A. Lopez

“Se ha cumplido esto de que de Zanon hay que apropiarse, por que cuando nosotros decimos que Zanon es de la comunidad, que no es sólo de los obreros y demás, hacemos la invitación a que hagan eso, que se apropien de lo que significa Zanon, ese mensaje empezó a calar y muchos lo toman en sus manos…

Cuando nosotros hacemos esta lucha de Zanon como gestión obrera y vemos como desde los trabajadores podés ampliar al mundo de los artistas, a la comunidad, es espectacular, y acá se ve que los artistas han encontrado un lugar y eso es también muy valioso…” R.Godoy 

A su vez con el paso de los años la producción y difusión audiovisual fue cada vez más utilizada por los propios obreros ceramistas.

“Conocimos otras luchas a través de documentales y nos ayudaron muchísimo para que los compañeros entendieran por qué el fondo de huelga, quiénes eran esos trabajadores, esa utilidad la hemos tenido.” “Cuando fue el asesinato de Fuentealba, los periodistas filman una tomas, unos minutos, los obreros de Zanon teníamos la cámara prendida siempre, pusimos a disposición la cámara a los trabajadores…” C. Moya

“…nosotros después de esa represión hicimos un debate interesante entre nosotros, de cómo en una instancia tan decisiva como esa, en una represión tan dura, que tan importante es ir con las gomeras, que son las herramientas que utilizamos para la autodefensa, pero también llevar material para registrar, todo lo que podamos registrar en algún momento sirve, y justamente después, una de las imágenes que recorrió el mundo y fue utilizada como material en el juicio contra los asesinos de Fuentealba, fue producto de una cámara que tenía un compañero nuestro…” “También nos han servido los registros para mandar saludos, apoyos, nosotros hemos mandado a los compañeros del Casino, cómo no podíamos ir los 470 para allá, nos juntamos en asamblea y mandamos un cd con un mensaje de que no aflojen y ellos en su asamblea ponían una pantalla con un cd y recibían este saludo, y esto fortalece muchísimo, eso es parte de la utilización del registro también…”A. Lopez

Como vemos a lo largo de los distintos trabajos que aquí compilamos, podemos encontrar los primeros pasos de la lucha, las reflexiones sobre el comienzo del control obrero, la necesidad de la coordinación, el protagonismo de la asamblea y la democracia obrera, la coordinación con otros trabajadores, la relación con la comunidad, el interés por cada injusticia, por los distintos problemas sociales, las historias personales, los conflictos; en fin mas allá de las distintas miradas, en las imágenes quedan plasmados distintos aspectos de una lucha que está haciendo historia, y como todas estas cosas importantes de la vida, protagonizan y cobran nueva vida en una gran cantidad de películas, y aun queda mucho por mostrar.

Hoy la película de Zanon continúa. Con el objetivo de reforzar la campaña por la expropiación definitiva, se ha conformado en Neuquén una amplia Asamblea de artistas y trabajadores de la cultura, desde allí se están organizando actividades diarias para fortalecer esta lucha. A su vez ya son cientos de firmas las que apoyan esta iniciativa. El objetivo se mantiene, difundir y ampliar el apoyo a los trabajadores.

Pero la experiencia de la gestión obrera y los documentalistas es aún más estimulante. Zanon no es sólo la lucha obrera mas registrada de los últimos tiempos, es también una experiencia de aprendizaje mutuo entre obreros y realizadores, como queda en evidencia al advertir el valor que los trabajadores dan ahora al audiovisual, algo impensado cuando recién daban sus primeros pasos de lucha.

Hace algunos meses en una asamblea de la fábrica se dio un debate sobre qué films eran los que representaban la lucha ceramista, los trabajadores votaron que no había uno en especial que lo hiciera, sino qué valoraban y reconocían todos los documentales para difundir, abrir debates, etc. y así declararon a todas las películas como herramienta de lucha para defender la gestión obrera.

De todas las miradas documentales, especialmente de los documentalistas que se involucraron y comprometieron de manera militante, aprendimos mucho en estos años. Vale una reflexión final: frente a la crisis capitalista que caerá sobre los pueblos, el ejemplo ceramista como respuesta ante los cierres de fábrica deberá ponerse en primer plano. Y quizás también los cineastas debiéramos ser tan ambiciosos como los ceramistas, si los obreros de Zanon se apropiaron de la herramienta audiovisual y la incorporaron a su lucha, nosotros tenemos que apropiarnos de esta experiencia para trasladarla a nuestro ámbito, poniendo en nuestros objetivos recuperar el campo cinematográfico de los patrones que nos imponen sus reglas y poner realmente el cine bajo control de sus trabajadores…

El arte esta en otra parte

Nuevas experiencias en el arte y la cultura surgidas al calor del 19 y 20 de diciembre del 2001.

Esta nota no tiene el objetivo de ser un aporte teórico ni un análisis estético. Simplemente trata de un recuento de la “historia reciente”, para hacerla consciente, para criticarla, y para continuar experiencias. Porque fueron nuevos tiempos sociales los que renovaron y seguirán renovando las prácticas artísticas y culturales, y porque a su vez son éstas quienes pueden y necesitan buscar la forma de influir en los nuevos tiempos. Lo que sigue intenta ser un aporte más para continuar un camino de crítica a la cultura dominante iniciado por decenas de grupos e individuos en los últimos tiempos.

* * * *

I – Argentina, nuevos tiempos

Cuando las ideas de los años ´90 fueron tiradas por la borda en nuestro país de la mano de las movilizaciones populares de diciembre del 2001, una nueva creatividad dejo atrás su timidez y comenzó a expresarse. En cada esquina con el surgimiento de las asambleas populares, en las fábricas ocupadas y puestas a producir por sus trabajadores, en la unidad cotidiana de los distintos sectores populares. Cuando lo excepcional e insólito se volvió cotidiano, los sectores más sensibles al arte, la cultura y la comunicación respiraron por fin nuevos aires y con pulmones llenos comenzaron a andar. Pasaron dos años y meses de aquellas jornadas, se sucedieron avances, retrocesos, trampas y laberintos, pero algo quedó claro, ya nada volverá a ser como antes. Una nueva realidad buscó expresarse y se adueñó de las cámaras de jóvenes cineastas, de los textos de nuevos periodistas, se ofreció como fuente de inspiración a nuevas canciones, poesías, historietas y obras de teatro. Retomó del pasado lo que estaba vivo, aunque olvidado y volvió a unir el arte y la política. Surgieron cientos de iniciativas para comenzar a dar pelea a la maquinaria cultural engendrada en una década plagada de ideología individualista y posmoderna. Los nuevos pasos en el arte y la cultura se multiplicaron en cientos de experiencias, y dentro de ellas el campo audiovisual fue uno de los más expandidos y desarrollados. Las cámaras de video y las nuevas tecnologías aportaron a difundir y mostrar esta nueva realidad. Agrupados en colectivos, grupos o con realizaciones individuales, en distintos puntos del país y unidos a distintos sectores en lucha, una nueva oleada de cineastas y videastas anclados en una nueva perspectiva irrumpió para quedarse. Los sectores sensibles al arte y la cultura encontraron genuina libertad de expresión de la mano de quienes enfrentan las miserias de este sistema. Los trabajadores y los sectores populares en lucha encontraron un nuevo aliado.

Dentro de incontables ejemplos de colaboración que se desarrollaron luego de diciembre de 2001, uno de los más destacados fue el proceso que se desarrolló alrededor de dos importantes fábricas ocupadas por sus trabajadores, Brukman y Zanón. Desde la producción de varios videos reconocidos internacionalmente sobre distintos momentos de la lucha, pasando por obras de teatro y proyecciones realizadas en la fábrica, hasta el desarrollo de eventos culturales en momentos clave como la “Semana Cultural: Arte y Confección”, realizada desde las carpas de la resistencia en Brukman, o el Certamen Experimental de Arte Independiente, realizado en forma conjunta entre distintos grupos de artistas, estudiantes y docentes con los trabajadores de Zanón y el MTD Neuquén, en tres sedes, el obrador del MTD, el Sindicato Ceramista y la Casa Marx.

II – La experiencia audiovisual

Por los agitados días de enero de 2002 se funda el colectivo Argentina Arde. Como una de las tantas “asambleas populares”, pero esta vez integrada por artistas, periodistas, fotógrafos, videastas, con su propia identidad de producción artística, cultural y de comunicación. Dentro de quienes impulsaron esta iniciativa se encontraban grupos que ya venían trabajando desde años anteriores como Boedo Films que atravesó toda la década menemista produciendo documentales sobre las distintas luchas de los trabajadores en esos años, Cine Insurgente que contaba con la realización del documental “Diablo, familia y propiedad” o el grupo Contraimagen que desde 1997 realizó distintos trabajos sobre Derechos Humanos y luchas de los trabajadores, y también nuevos grupos que cobraron auge y dinamismo al calor de los hechos del 2001 como Indymedia, Grupo Venteveo y otros. Se forman comisiones de trabajo y se llegan a editar varios números de un periódico, varios video- informes y realizar distintas acciones callejeras. Son distintos grupos de realización los que aportan materiales para los video-informes: Alavío, Contraimagen, Ojo Izquierdo, Ojo Obrero, Boedo Films, Cine Insurgente, Indymedia. La experiencia atraviesa muchas de las contradicciones que recorren las asambleas populares y luego de profundos debates y prácticas contrapuestas entre los integrantes se disuelve tomando cada sector distintos caminos. Los propios límites que marcaron al proceso de diciembre de 2001, como la falta de intervención y protagonismo de la clase trabajadora y las distintas posturas de tipo autonomista se expresaron en este ámbito. Para “Que se vayan todos” no eran suficientes las asambleas populares, los cacerolazos o alianzas de “piquetes y cacerolas”.

Para combatir el poder de los medios de comunicación masiva no era suficiente una “contrainformación” en general. Así la producción de los grupos se dirigió a unirse a los diferentes proyectos políticos en juego, a los distintos movimientos sociales y organizaciones que plantean diversos caminos para continuar el movimiento de diciembre. Algunos se agrupan en el llamado “cine piquetero”, otros vuelven a una producción individual y comercial utilizando al “conflicto social” sólo como cartel para ser invitados a festivales o cursos en el exterior, otros exploran nuevas formas y otros se unen a los distintos procesos de lucha del movimiento obrero. Se producen trabajos reflejando las experiencias de los movimientos de desocupados como el Ojo Obrero que sigue el itinerario de la Asamblea Nacional de Trabajadores y las distintas luchas del Polo Obrero, el grupo Alavío que registra distintos momentos de organización de los MTD, el colectivo Indymedia que realiza una producción sobre la represión en Avellaneda. Otros grupos como Boedo Films, Contraimagen, Ojo Izquierdo, comienzan a seguir de cerca el proceso de ocupación de fábricas con los casos más emblemáticos de Zanón y Brukman. Pero a lo largo del país surgen otros grupos y realizadores independientes como los rosarinos de La ConjuraTV o Santa Fé documenta y muchos otros que comienzan a buscar las imágenes de la nueva Argentina post-2001. Surgen espacios alternativos de difusión como las proyecciones en asambleas populares, barrios, facultades, etc.

El ejemplo más interesante en el sentido de difusión alternativa es el de la película “Raymundo” de Ardito y Molina, un excelente trabajo documental que narra la historia de vida del cineasta desaparecido Raymundo Gleyzer, que no se estrenó comercialmente, sino que fue recorriendo un circuito alternativo e independiente a lo largo de varias provincias del país. Una de las experiencias que continúa el sentido colectivo y que expresa un aporte nuevo en esta nueva situación, es la conformación de KINO-Nuestra Lucha. Durante el 2do. Encuentro de Fábricas Ocupadas realizado en septiembre del 2002 en la fábrica Brukman, con la participación de los obreros de Zanón, Brukman y de distintas fábricas y sectores se decide lanzar a la calle el periódico obrero Nuestra Lucha, y en el mismo sentido se conforma una comisión de medios de este encuentro desde donde surge la idea de impulsar un colectivo que produzca las imágenes de esta propuesta de los trabajadores. Poco después se realiza la 1er. Asamblea de KINO también en la fábrica Brukman de la que participan los grupos Boedo Films, Contraimagen, Ojo Izquierdo de Neuquén, Humberto Ríos, Virna Molina y Ernesto Ardito, integrantes de Indymedia, estudiantes de Cine Documental de la Universidad de las Madres, estudiantes y videastas independientes. En esta reunión se remarca la necesidad de ser un colectivo que se integre orgánicamente al movimiento impulsado por los trabajadores. Se destaca que cuando son los trabajadores los que comienzan a impulsar una iniciativa independiente y clasista para organizarse y combatir a las direcciones burocráticas como se expresa en el periódico Nuestra Lucha, la producción de un noticiero obrero debe ser una parte integral de este proyecto.

Las conclusiones de experiencias anteriores como Argentina Arde, marcaron las diferencias con esta nueva experiencia. Esta vez no se trató de unirse sólo para realizar una tarea de “contrainformación en general” como en aquel momento, sino de comenzar a transitar un camino consciente junto a un sector de trabajadores que se plantea la importante tarea de combatir a la burocracia sindical, retomar las mejores experiencias clasistas y plantear claramente la “independencia de clase” como perspectiva. Así se da impulso a la realización de los distintos números del KINO. El primer Noticiero incluye los trabajos: “Zanón, escuela de planificación” del colectivo Ojo Izquierdo de Neuquén, “Lavalán, Valentín Alsina” y “Control Obrero” de Contraimagen y Boedo Films, “Construcción” de Contraimagen, “Aportes” de Boedo Films. Luego se realiza una edición especial sobre Brukman con los trabajos “Control Obrero”, “La fábrica es nuestra”, “Obreras sin patrón”, que tuvo un importante papel en la difusión de los hechos de represión a las trabajadoras de Brukman a nivel nacional e internacional. El segundo número del noticiero incluye un trabajo sobre las inundaciones de Santa Fe, un informe sobre la proyección de Los Traidores en Grissinópoli, un corto contra la guerra de Irak y el video “Nuestras voces, nuestros cuerpos, nuestras vidas”, sobre el Encuentro de Mujeres en Rosario. También se editó un especial sobre Zanón con “La fábrica es nuestra”, se realizó un importante trabajo sobre la “Huelga del Subte” y recientemente se realizaron las producciones “Mineros, la tragedia del turbio”, y “ARS, triunfo de delegados por sección”. En esta última etapa quedó pendiente la realización de un trabajo sobre la lucha de los trabajadores de Zapla, ya que durante el registro documental realizado junto a los trabajadores en huelga la policía incautó parte del material impidiendo así por esta vía que las imágenes de esta heroica lucha se difundan en el resto del país.

III – En otras partes

Las trabajadoras de Brukman demostraron, entre muchas otras cosas, que pueden hacerse cargo de una fábrica, y, como planteó Celia Martinez, también podrían hacerse cargo del país. Desde este lugar de la historia pudieron despertar también el entusiasmo, la energía, la creatividad, el interés de decenas de artistas, de todas las disciplinas, que a lo largo de la lucha de Brukman fueron realizando distintas experiencias. En el mismo sentido los trabajadores de Zanón convocaron grupos musicales como la Bersuit, Ataque 77, inspiran guiones de documentales nacionales y extranjeros y agrupan también en sus puertas a nuevos músicos, plásticos, cineastas, estudiantes, que ponen sus producciones allí, “al lado de quienes pueden cambiar la historia”. “Las obreras sin patrón” se convirtieron en protagonistas de varias producciones audiovisuales, abrieron también las puertas al teatro y al cine dentro de la fábrica. Se puso en escena la obra “La Madre” de B. Bretch (basada en la novela de Gorki), adaptada a personajes del conflicto actual, fue de una gran importancia para los actores que podían llevar una producción de gran contenido crítico a la sociedad de clases a un escenario real desde donde se practica esa crítica, y los trabajadores la recibieron con en- tusiasmo y para muchos de ellos ese fue su primer acercamiento al teatro. La misma noche se proyectó la película Raymundo por primera vez en Capital y en la charla posterior los realizadores reivindicaron pasar la película en la fábrica ocupada como parte de la continuidad de la generación de Gleyzer y los cineastas revolucionarios de los ´70. Así a lo largo del conflicto otros ejemplos se sucedieron como los “Maquinazos por Santa Fe”, donde con las máquinas de coser en la calle se confeccionaban prendas para los inundados, organizado por las trabajadoras contra el aislamiento de la coyuntura electoral y con la colaboración de artistas independientes.

La realización que congregó a la mayor cantidad de artistas de distintas disciplinas en torno a la defensa de Brukman fue la Semana Cultural “Arte y Confección”, durante el año 2003 en medio de la pelea por la vuelta a la fábrica. Organizada por los grupos integrantes de Kino-Nuestra Lucha, junto con TPS (Taller Popular de Serigrafía), y los grupos Arde Arte, ETC, Intergaláctica, Rosita Presenta, Soledad y compañía, y artistas y colaboradores de distintas disciplinas, la Semana Cultural se realizó a partir del 27 de mayo en la carpa que sirvió de acampe para la resistencia. La convocatoria planteó la solidaridad con la lucha de las trabajadoras desde un ángulo de total libertad en la creación artística. La semana comenzó con una muestra fotográfica y nuevamente con la proyección de Raymundo con un debate posterior. Continuó los días siguientes con charlas sobre el movimiento de mujeres; sobre literatura, a cargo del crítico Noé Jitirk; se realizó también una mesa redonda sobre “Clase obrera, formas de lucha y organización”, en la que expusieron Naomi Klein, Osvaldo Bayer y los historiadores Alejandro Schneider, Daniel Campione, Alicia Rojo y Josefina Martínez. En la parte musical se contó con todos los estilos: tango, bandas de rock y música popular . También se proyectaron películas en pantalla gigante con una sección especial sobre Fernando Birri con “Los Inundados” y “Tiredié” (en referencia a las negligentes inundaciones de Sta. Fe que se reproducen desde hace 50 años igual) y se realizaron diversos talleres de armado de muñecos, talleres literarios, obras de teatro, muestras fotográficas y de artes plásticas Arte y Confección no sólo tuvo el mérito de reunir a gran cantidad de artistas con un objetivo común y concreto de apoyar una lucha obrera, sino que también sirvió de espacio para la reflexión sobre su propia práctica y la relación del arte con la política y la lucha de clases como se expresó en el Encuentro de Arte y Conflicto. Allí más de una decena de artistas e historiadores expusieron sus ideas sobre la situación del arte y la cultura en la actualidad y la relación a lo largo de la historia del arte y la política. Participaron integrantes de los grupos GAS-TAR, Ca.Pa.Ta.co, Arte al Paso, las historiadoras Ana Longoni y Andrea Giunta, integrantes de Contraimagen y artistas y comunicadores independientes. Para algunos de sus impulsores fue una continuación histórica de Tucumán Arde, pero más importante aún por realizarse en el mismo espacio físico del conflicto. La Semana Cultural por Brukman, junto al Certamen de Neuquén, fue uno de los eventos artísticos más importantes de apoyo a una lucha obrera en los últimos tiempos. Logró rodear de solidaridad y dar una amplia difusión al conflicto de las trabajadoras, que continuaron resistiendo hasta diciembre cuando al fin pudieron entrar nuevamente a la fábrica.

En el mes de marzo de este año la ciudad de Neuquén fue el escenario de otra importante iniciativa: el 1er Certamen Experimental de Arte Independiente: “Latinoamérica Arde”. Esta vez la muestra se desarrolló junto a los obreros de Zanón y en apoyo a trabajadores desocupados del MTD que sufrieron una brutal represión policial en noviembre del 2003 por parte del gobierno de Sobisch. Por esto “Contra la represión y la impunidad” fue la principal consigna de convocatoria. Impulsado por los grupos el Ojo Izquierdo, Rojo Kelv, estudiantes y docentes de Bellas Artes, obreros de Zanon, Taller de Serigrafía y programa Resistiendo (Juv. MTD), artistas independientes de Neuquén; Metric (Mendoza), Contraimagen, Grupo Boedo Films, realizadores del film ‘Raymundo’ (Capital), con el apoyo de Los Nuestros, Taller Popular de Serigrafìa (TPS), Los Interventores (Capital), el CeProDH y otros, y con el auspicio del Sindicato Ceramista y la Juventud del MTD-Neuquén, se desarrolló este certamen. “Este certamen es el fruto de la unidad y el esfuerzo de trabajadores ocupados y desocupados, artistas, estudiantes y comunicadores. Bienvenidos entonces, a la muestra interdisciplinaria de arte militante, que no sólo busca expresar la realidad, sino que pretende TRANSFORMARLA”, decía el programa de actividades. Durante cuatro días se sucedieron muestras plásticas, recitales, títeres, artes callejeras, fotografía, diseño, proyecciones, poesía, teatro, danza y charlas debate en las tres sedes del evento: el sindicato ceramista, el obrador del MTD y la Casa de Cultura Karl Marx. Casi un centenar de artistas, más de 250 obras, decenas de notas en diarios, radios y televisión regionales que reflejaron diariamente las distintas actividades y el punto de encuentro de los artistas que buscan un compromiso real con las luchas de los trabajadores y sectores populares. Se estrenó “Raymundo”, se proyectaron “La Cuarta guerra Mundial” Y “La revolución no será televisada”. Entre la música de los Santos Inocentes, Los Nuestros, Sin Neuronas y Metric, se escucharon las palabras de los obreros de Zanón y los jóvenes del MTD, como Pedro “Pepe” Alveal, el jóven que perdió un ojo por la brutal represión policial, y que desde el escenario ante más de mil doscientos jóvenes reivindicó y agradeció a todos por la realización del evento. Para finalizar se realizó una Asamblea Abierta con obreros, artistas, estudiantes y vecinos donde se debatió sobre diversos temas como la necesidad de una coordinadora de grupos de artistas; sobre la coptación del artista y su producción por parte del régimen; la centralidad de la clase obrera como única capaz de llevar hasta el final la lucha por la liberación del arte y la humanidad, entre otros; y sobre la necesidad de continuar esta experiencia. La realización del Certamen en Neuquén mostró la potencialidad de la actividad artística y cultural para rodear de apoyo las luchas obreras y enfrentar el aislamiento, entendiendo esta unidad como parte de la misma lucha y perspectiva.

“Queremos llevar nuestras obras junto a quienes con su obra diaria sientan las bases para una cultura verdaderamente nueva, a los trabajadores que dijeron basta a la humillación y tomaron las fábricas en sus manos, a los millones de desocupados que luchan por trabajo genuino, a las mujeres que alzan su voz contra la opresión cotidiana, a los estudiantes que se animan a cuestionar la academia, porque creemos que sólo junto a ellos podremos invertir el (des) orden establecido. Juntos podemos resistir los intentos del gobierno de institucionalizar todo lo que hay de nuevo en la cultura”. (fragmento de la convocatoria al Certamen)

IV – El “retorno a la normalidad”

Los verdaderos dueños del poder en nuestro país tomaron cuenta muy seriamente de los nuevos aires surgidos de aquel diciembre del 2001. No podían esperar mucho, ni dar tiempo a que se siga desarrollando. Primero fue Duhalde con la devaluación, la represión y la contención social. Luego llegan las elecciones y poco a poco consiguieron presentar a la sociedad un nuevo personaje que termine de encauzar la “protesta social” llevándola de las “calles” al “palacio”. Con la especial colaboración de la burocracia sindical concentrada en la tarea de impedir que el conjunto de los trabajadores pueda comenzar a plantear una salida propia, las clases dominantes se cambian su disfraz y empiezan una nueva etapa. El presidente Nestor Kirchner a su servicio, como bien lo describe el periodista Lopez Echague, es “El gran prestidigitador”, que llegó a su puesto con un 20% de los votos, de una sociedad hastiada del circo de los políticos capitalistas, y, que a través de distintas maniobras y especiales colaboraciones, pudo alcanzar hoy casi un 70% de popularidad. “El gran prestidigitador clama una y otra vez: no pagaremos la deuda externa a costa del hambre de los argentinos; luego gira tres mil millones de dólares al FMI, el veinte por ciento de las reservas del país, y los espectadores, víctimas del letargo, celebran sonoramente ese engaño camuflado de éxito. Entretanto, en los próximos meses, los millones de extras muy probablemente habrán de recibir, como todo fruto del provechoso acuerdo, ajustes, recortes, caída del poder adquisitivo, desdén, congelamiento de salarios, aumentos en las tarifas de los servicios públicos. Algunos intelectuales gastan palabras y posan para la fotografía en el hall de la Casa Rosada …” Así un importante número de intelectuales, artistas, periodistas, académicos, organismos de derechos humanos, críticos, etc. pasaron rápidamente de elogiar a las asambleas populares por su convocatoria espontánea, por su carácter de movimiento, por su novedosa forma de organización, a “adular” los gestos y discursos del señor K. Una gran maquinaria de engaño que congregó un ejército de bufones serviles sus órdenes. Grandes puestas en escena como el acto de recuperación de la ESMA o el megarecital del 25 de mayo fueron iniciativas del gobierno para que la cultura y los derechos humanos den un “respaldo” a sus políticas. Para continuar este juego de engaños, en el terreno de la cultura y el arte también se presenta un discurso por un lado y se expresa una realidad muy distinta por el otro. El suplemento cultural del diario Clarín festeja un supuesto surgimiento de “Cine Social para la era K”, y el suplemento NO del primer medio de comunicación oficialista como lo es hoy Página 12 plantea que “Los recientes estrenos, (refiriéndose a Memoria del Saqueo de Solanas, Juicio a las Juntas de Rodriguez Arias, Nietos de Avila y El tren blanco de Giménez y García, ndr) marcan la llegada del mundo documental a una etapa profesional: fueron estrenados en 35mm y en pantalla de cine, cuando el rubro parecía destinado al ostracismo del video…”, “El momento y este cierto auge no parecen casuales: el recordatorio del golpe de estado (1976-1983) de ayer, el clima político inspirado en la general aprobación de la gestión del presidente Kirchner y cierta maduración narrativa y estética, ambientan los estrenos documentales…”. Pero mientras estos medios nos quieren hacer creer que el “cine social” tiene un lugar en el gobierno de Kirchner, la verdad es que la gran mayoría de los jóvenes videastas y cineastas que estuvieron el 19 y 20 y que acompañaron con sus imágenes los distintos movimientos sociales, siguen hoy destinados al “ostracismo del video”, ya que acceder a un subsidio del INCAA, o conseguir fondos para producciones independientes en la argentina pos devaluación, y con un presupuesto bajísimo para cultura, sigue siendo una tarea inmensamente difícil. La nueva cultura del “estilo K” siguen siendo las entradas carísimas para todos los espectáculos, incluido el cine y los bajos presupuestos para Educación y Cultura, el manejo arbitrario de los subsidios estatales a las producciones artísticas, el “oficialismo” de los medios de comunicación en manos de los monopolios o la censura del canal estatal que prohíbe la salida al aire del film “Los Traidores”, los bajísimos sueldos de los trabajadores estatales del arte y la cultura. La era K sigue garantizando la continuidad de los negocios de las grandes productoras y los mercenarios del arte, para quienes la crisis económica y la devaluación pueden ser también una oportunidad comercial. Los artistas verdaderamente independientes y críticos no tienen, ni tendrán un lugar en este “capitalismo serio” como gustan llamarle. La mayoría de la sociedad, los trabajadores, los desocupados y los sectores populares viven la cultura real y cotidiana del hambre, la represión policial y la flexibilización laboral. Mientras tanto la cultura del engaño encuentra sus aliados en los grandes medios de comunicación que inundan con series televisivas, telenovelas, talks shows o programas especiales sobre “seguridad” y el señor Blumberg, los escasos momentos libres.

V – La lucha continúa…

En los últimos meses nuevos “actores” se dispusieron a ocupar el escenario de las calles del país. Encabezados por el señor Blumberg junto a los sectores más reaccionarios, los medios de comunicación y el gobierno se escuchan los mismos reclamos: castigo y escarmiento a los luchadores populares; más seguridad, o sea más policías en las calles y un creciente ataque a los derechos democráticos. Esta nueva “agenda” tiene por objetivo esconder los verdaderos problemas que enfrenta la gran mayoría, la desocupación, el salario, la falta de salud y educación. Las causas que dieron origen al movimiento de diciembre, a las asambleas populares, los piquetes y cortes de ruta, las fábricas recuperadas, no sólo se mantienen sino que se profundizan. Las causas que dieron origen a nuevas experiencias en el arte y la cultura se encuentran tan presentes hoy como ayer, y muchos de los “protagonistas” que acompañaron su recorrido buscan continuar su lucha. En distintos puntos del país, grupos de trabajadores exigen la recomposición de sus salarios, las importantes luchas como la de los desocupados de Caleta Olivia por trabajo genuino o la de los trabajadores de Zapla, muestran otra realidad que los medios se encargan de ocultar. Los obreros de Zanón siguen produciendo y generando puestos de trabajo, a pesar del endurecimiento de las órdenes de desalojo, otros trabajadores se organizan para recuperar sus organizaciones de la burocracia, como en la alimentación y en Astilleros Rio Santiago. Es junto a estos sectores donde los artistas, comunicadores y trabajadores de la cultura, tenemos planteado mantener vivo y darle continuidad a todo lo nuevo que surgió y se multiplicó con fuerza en nuestro país luego de diciembre del 2001. Mantener viva la crítica, enfrentar los engaños y luchar por la verdadera libertad de creación. El trabajo cotidiano de un arte verdaderamente independiente está en otra parte, junto a quienes denuncian y enfrentan las miserias de este sistema.

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