Carta por una pelicula
Cuando comenzamos a filmar esta película se cumplían 30 años del golpe militar de 1976. La mayoría de los relatos, escritos y documentales sobre “los 70s”, destacaban algún hecho histórico puntual o personaje, pero ninguno se centraba en la magnitud del ascenso obrero en todo el país después del “Cordobazo”. Esto era para nosotros la hipótesis fundamental para abordar este período revolucionario, y con ella iniciamos el rodaje.
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Las clases oprimidas crean la historia en las fábricas, en los campos, en las calles de las ciudades, pero no hay ningún archivo que conserve esa experiencia. Más aún: después de una gran derrota el vencedor no sólo reescribe la historia a su favor sino que vuelve más laberíntica la búsqueda de esa historia que -por definición- siempre es incompleta, anda suelta y desperdigada. Por esta razón nuestra principal fuente fueron los testimonios directos de los protagonistas.
El encuentro con ellos nos permitió conocer una historia en “primera persona”. Experiencias personales, reflexiones, debates políticos, motivos de orgullo, de alegría y de bronca, que para nosotros valen más que la película misma.
Con mucho esfuerzo y la ayuda solidaria de una gran cantidad de personas que se propusieron colaborar (con quienes estamos enormemente agradecidos) pudimos confirmar nuestra hipótesis. En este viaje al pasado rescatamos las imágenes y las voces de las luchas obreras más emblemáticas de la época. Algunas estaban al alcance pero nadie las había buscado, otras estaban olvidadas en latas sin digitalizar, y algunas aparecieron en un viejo placard. Esta es una película que reúne en sus dos horas una gran cantidad de archivo fílmico y fotográfico que ahora pueden verse por primera vez.
Dos cosas pasaron desde que empezamos. Por un lado hablar de “los 70” se convirtió en “política de Estado” en Argentina. Por definición esta “institucionalización” roba todo lo que tuvo de subversivo, antipatronal y anticapitalista este período revolucionario. Los realizadores nos encontramos en el otro extremo de la memoria, intentando rescatar parte de lo robado.
Por otro lado surgió un fenómeno entre los trabajadores, conocido como “sindicalismo de base” que dio (y da) importantes luchas, mientras una parte de ellos se reivindican “clasistas”. Los trabajadores de Zanon, con el control obrero de su fábrica, se convirtieron en un ejemplo internacional. Luchas como la de los trabajadores de Kraft o del Subte impactaron a nivel nacional mostrando nuevas alternativas frente a la traidora burocracia sindical. Como cineastas y sobre todo como militantes nuestras cámaras apuntaron a ellos y realizamos varios documentales sobre “los reincidentes”.
Esta película no pretende ser un balance del período revolucionario del ´69 al ´76. El estudio pormenorizado de las revoluciones le cabe a la letra escrita, el cine es el terreno donde la historia transmite en todo caso su espíritu, lleno de sensaciones y sentimientos. Aun así tenemos que decir que buscamos rigurosidad histórica, corroborando hechos y planteos con la seriedad que necesita intentar aportar en algo a la memoria histórica de los oprimidos.
“Memoria para reincidentes” es una película sobre el vapor, en uno de los sentidos que Leon Trotsky le daba a “las masas” para hacer la Historia: “Sólo estudiando los procesos políticos sobre las propias masas se alcanza a comprender el papel de los partidos y los caudillos que en modo alguno queremos negar. Son un elemento, si no independiente, sí muy importante, de este proceso. Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor.”
Dar a conocer el enorme empuje que la ebullición política de los trabajadores transmitía en los ´70 tiene para nosotros un objetivo práctico en el presente. El vapor futuro no debe disiparse. Las huellas del archivo histórico empiezan a reconocerse en nuevos sectores de la clase obrera. Es necesario reabrir el debate para sacar conclusiones de esta historia. Tenemos que pensar el presente con una estrategia revolucionaria que nos permita triunfar.
Violeta, Gabi y Javier.
http://www.contraimagen.org.ar/memoriaparareincidentes/
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Más de 5 años de investigación y de trabajo llevó construir este documental, cuyo contenido es responsabilidad exclusiva de sus realizadores: Violeta Bruck, Gabi Jaime y Javier Gabino.
Como miembros del grupo de Cine Contraimagen y militantes del PTS realizan audiovisuales desde el año 1997, sobre luchas sociales y de DDHH, cortos y largos documentales sobre experiencias del movimiento obrero de la última década. También cuentan con trabajos como “Ellos se atrevieron” sobre la Revolución Rusa de 1917, “Revolución y Guerra Civil en España”, y el reciente mediometraje de ficción “Mi nombre es Trotsky”. Desde 2009 forman parte de TVPTS (www.tvpts.tv), la primer experiencia de tv por Internet de la izquierda Argentina.
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