PROPÓSITO 3
Quien sabe si estos propósitos cumplen un rol, pero acá están. Seguimos debatiendo, seguimos produciendo, seguimos con proyectos, y las consecuencias de la pandemia de Covid-19 anuncian que nada será como antes. Primera vez en nuestras vidas que una terrible crisis economica mundial se combina con una enorme crisis ideologica. Una crisis de ver el mundo, de interpretarlo y por lo tanto de cómo querer cambiarlo. “Transformar el mundo, dijo Marx; cambiar la vida, dijo Rimbaud: estas dos consignas son para nosotros una sola”
En algún momento de 2020
PROPÓSITO 2
Quien sabe si estos propósitos cumplen un rol, pero acá están. Como escribimos en el «propósito 1» de este sitio: desde hace mucho tiempo hablamos el lenguaje de las imágenes, buscando unir cine y militancia con todo tipo de experiencias audiovisuales, gráficas y artísticas, pero acá queremos desarrollar conceptos escritos. Sin embargo nos es imposible separar la producción audiovisual diversa de la que participamos de los pensamientos escritos. Empezamos a sumar entonces acá parte de nuestra producción (que siempre es colectiva); y abrimos un espacio para notas rápidas, sabiendo que de ellas pueden surgir mejores reflexiones; y también uno donde damos lugar a nuestros nuevos proyectos. Sobre esto último nos concentramos ahora en un objetivo: fuimos alcanzados por una espiral que marca la cuenta regresiva para que se cumplan 100 años de la Revolución Rusa. El acontecimiento social mas importante del siglo XX nos envuelve, para nosotros casi un siglo después exige que reflexionemos sobre la revolución social hoy, los partidos hoy, estrategias anticapitalistas hoy, para construir una sociedad socialista hoy, el autogobierno de «las masas» hoy. Sino no hay posibilidad de frenar el constante descenso a la decadencia que el capitalismo nos arrastra desde hace un siglo, cuando dio el aviso con la Primera Guerra Mundial. Esperamos tener novedades el 25 de octubre de 2017, por las que estamos trabajando.
«Ahora, hablo con vos del pasado. Me lavo la cara, me peino, preparo el mate, y cuando me miro en el espejo recuerdo palabras, muertos, sueños, las promesas, las derrotas, las hambres diversas… Sean sabios y, acaso, piadosos. Caminen sobre nuestros huesos: somos puente.» (Andrés Rivera, El verdugo en el umbral)
26/08/2015
PROPÓSITO 1
Los que escribimos en este sitio desde hace mucho tiempo hablamos el lenguaje de las imágenes, buscando unir cine y militancia con todo tipo de experiencias audiovisuales, gráficas y «artísticas», pero acá queremos desarrollar conceptos escritos. Somos conscientes de que la idea de unir prácticas culturales con pensamiento revolucionario es hoy considerada un error, un destiempo, o un remanente del pasado. Aún asi a nosotros nos gusta militar para confirmarnos que tenemos recuerdos del futuro. Somos parte de una corriente política que considera que Marx no muere, sus ideas pueden volver a hacerse fuerza material con la crisis, si trabajamos en eso. Y hay que renovarlas para transformar nuestro mundo. Todos los procesos de lucha de clases que se desataron en el norte de África con la «primavera árabe» y en Europa enfrentando la crisis capitalista los vemos como el preludio de algo mas grande.
Armamos este sitio web como un espacio de trabajo online, para indagar las relaciones entre producción cultural y lucha revolucionaria. La idea es ir trabajando a la vista, si este espacio crece fragmentado, parcial, problemático, tentativo, errado, es una vía de acercarnos a lograr alguna respuesta a los problemas que nos interesa abordar. Todo lo escrito no es nada que puede estar cerrado con llave, y por eso elegimos la idea del «ensayo», aunque seguro es pretencioso tratar estas notas así. Ademas de todo esto, cada tanto hay un montaje y nos gusta el debate, esperamos comentarios, y también que hagan «contacto«.
¿Pero de qué marxismo hablamos? En la segunda mitad del siglo XX el llamado «marxismo occidental” desplazó el eje de sus debates hacia los problemas culturales, psicológicos, artísticos, de la comunicación, del lenguaje; diferenciándose del «marxismo clásico» de principios del siglo pasado, de Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo e incluso Gramsci que se posicionaban desde lo que podemos llamar un “marxismo estratégico”, preocupado por los problemas teóricos y prácticos de la revolución social, la economía, la lucha de clases, los problemas militares, el Estado, el poder obrero, el partido revolucionario. Este desplazamiento del objeto de estudio, fue al mismo tiempo un abandono de la practica política y social, mientras la hegemonía mundial del estalinismo en la izquierda llevaba todos los procesos revolucionarios a la derrota, y mas tarde incluso a la desmoralización de la sola idea del socialismo. En nuestro siglo XXI, ante la crisis del capitalismo mundial, necesitamos retomar ese «pensamiento estratégico» y hacer todo lo posible por renovarlo… por eso mismo nos preguntamos si es posible el ejercicio de volver sobre los problemas culturales, del cine, la comunicación, el arte, el lenguaje, pero desde ese punto de vista estratégico, que es lo que nosotros sabemos necesario desarrollar hoy. Una cuestión que como mínimo es un buen desafío en vistas del peso enorme en nuestra actual cultura de masas de los medios audiovisuales de comunicación, la tecnología, la industria cultural, el espectáculo, para la hegemonía del orden de la burguesía. Por contraposición, en toda estrategia política revolucionaria esos problemas también deben pensarse a fondo.
El mayor desafío no es sólo analítico, sino también de «programa», es decir de lineamientos prácticos para la intervención política, el espacio donde termina la incertidumbre, a favor o en contra de nuestras ideas. Estamos seguros que posibilitar la libertad de expresión, la libertad creativa, el acceso a la producción y el goce del arte, comienza con actos concretos de autogobierno de masas, no con abstracciones utópicas.
Las experiencias y reflexiones de los cineastas, artistas, comunicadores, que se metieron de lleno en las revoluciones, o las pensaron por los costados, son la principal inspiración; al igual que el trabajo de intelectuales, investigadores militantes, teóricos que esperanzados o escépticos se lanzaron al análisis, la comprensión y la critica de nuestra cultura de masas. Nombrar alguno sería un error, porque hay que nombrarlos a todos, y la idea es que este sitio sirva para estudiarlos, sus nombres aparecerán una y otra vez en cada cita, y en cada reflexión.
Ensayos ilegales, le pusimos ese nombre al sitio porque nos parece que toda la historia de los explotados y de las ideas revolucionarias es por definición ilegal, en tanto que la historia legal la oculta o bien la reescribe para quitarle toda valor disolvente. Por otra parte, partimos de la premisa básica de que ninguno de los problemas culturales que acá intentaremos abordar tienen solución en los estrechos marcos de la ley y el orden.